~Laura 2

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Miércoles, 14 de marzo de 2022

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Miércoles, 14 de marzo de 2022

Ya han pasado dos días desde que esa loca desquiciada me encerró en esta habitación. Todavía no estoy segura de sus intenciones conmigo; solo me mantiene encerrada aquí, obligándome a comer cada vez que ella quiera. Por su culpa, rompí por completo mi estricta dieta. En esta habitación ni siquiera hay espejos para poder ver si estoy subiendo de peso y si todo mi esfuerzo por mantener mi imagen se ha destruido por esa maldita psicópata.

Hace un momento, esa mujer estuvo aquí y volvió a obligarme a comer y hizo algo muy raro: me lamió el cuello. Cuando lo hizo, pensé que sería mi fin y que me mordería. Ella es un "vampiro"; ella misma me lo confesó. Cuando me lo dijo, no le creí nada, pero luego me lo demostró haciendo cosas que un humano normal no podría hacer y yo tuve que creerle, aunque me quedaron ciertas dudas. Me puse pálida del miedo a ser mordida, pero ella solo lamió mi cuello, el cual inmediatamente se erizó. Luego, aspiró mi olor para dar un fuerte suspiro. Después de eso, yo intenté alejarla de mí, pero ella me agarró fuerte de la nuca y empezó a acercarse a mí tanto que podía sentir su exquisito aroma. Hasta que su teléfono sonó y hizo que ella se alejara de mí. Estoy segura de que si su teléfono no la hubiese interrumpido, me hubiese besado, y muy en el fondo de mí sé que yo también deseaba que lo hiciera.

Ella salió de la habitación y me dijo que regresaría mañana. No entendí por qué me lo dijo, ya que es ella la que me tiene secuestrada a mí, así que decidí no responderle y quedarme con la cabeza abajo, ya que estaba segura de que mi cara parecía un tomate de lo roja que estaba.

Después de que ella se fue, yo me acosté a seguir viendo una serie de zombies llamada "The Walking Dead". Luego de un rato, me empezó a dar sueño y apagué la TV para disponerme a dormir.

****Al día siguiente****

Despierto con la esperanza de que todo esto haya sido una muy mala pesadilla, pero la realidad me golpea haciéndome saber que aún sigo encerrada, secuestrada por esa loca.

Me levanto del sofá y me dirijo al baño para poder tomar una ducha y no hacer nada. Estar encerrada me pone muy aburrida. Si por lo menos tuviera mis libros, pero solo tengo una estúpida TV. Sé cuándo es de noche y cuándo es de día porque la TV tiene la hora. Eso es algo bueno, ya que esta habitación es como un búnker: no tiene ventana ni ningún conducto por donde poder ver los rayos del sol o la luz de la luna.

Decido quedarme un rato tomando un baño de burbujas en la tina para poder relajarme.

Paso un buen rato ahí meditando hasta que empiezo a escuchar pequeños pasos acercándose. Me quedo cómo estaba, solo que me cubro bien con la espuma mis partes íntimas por si esa mujer decide abrir la bañera. De un momento a otro, hay un gran silencio, hasta que vuelvo a escuchar los pasos, solo que esta vez es porque se marcha. Decido levantarme de la tina, enjuagar mi cuerpo y salir. Me envuelvo en una toalla y ahí es donde lo noto: ella solo vino a traerme ropa para cambiarme. Ahora que lo estoy pensando, me bañé sin pensar bien en qué me pondría cuando terminara.

Estocolmo (G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora