Yo nunca pensé enamorarme de la chica que me secuestro, todavía lo recuerdo estuvo apunto de matarme. Pero todo tiene un principio y tal vez un final..
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• La historia contiene escenas +18
• Historia G!p (chica con pene)
• No se acepta...
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Lunes 20 de febrero de 2023
Me despierto en medio de la oscuridad, mi cuerpo se siente más liviano de lo que recordaba. La habitación esta completamente silenciosa, sin rastro de luz. Mis ojos se abren lentamente, y una extraña sensación recorre mis venas o, al menos, lo que quedaba de ellas.
Intento incorporarme, pero algo esta diferente. Mis movimientos son más suaves, más ágiles, y me doy cuenta de que mi cuerpo ya no pesa como antes. Mi vista se adapta rápidamente a la oscuridad, y puedo distinguir los detalles de la habitación con una claridad sorprendente.
Alargo mi mano para tocar mi rostro, siento mi piel fría y tersa. Miro mis manos con asombro y veo las venas azules que se marcan en mi piel pálida. Siento mis dientes más afilados, y un instinto profundo me dice que he cambiado de alguna manera.
Fue entonces cuando sentí el anhelo, un deseo profundo, primitivo, que nunca había experimentado antes. Un ansia insaciable que me consume desde el interior. Mi mirada se dirige hacia la puerta cerrada de la habitación, y instintivamente llega a mi mente el recuerdo de mi cesárea, el llanto de mis gemelas, cuando me la pusieron en el pecho y puede sentir sus corazones latir. Llevo mi mano a mi vientre, pero no siento nada, no tengo la cicatriz de la cesárea.
Salgo de la habitación en silencio, con una agilidad sorprendente. Al llegar al pasillo del segundo piso, me topo con un espejo y, al ver mi propio reflejo, entendí lo que pasaba. Mis ojos eran ahora de un rojo carmesí, y mi piel muy pálida. Había despertado como un vampiro, con un apetito voraz por la sangre humana, pero a pesar de mis ansias por tomar la sangre humana el deseo de ver a mis hijas me mantenía controlada.
Podía sentir, oler y escuchar cada detalle, podía sentir el suave roce del viento en mi piel y escuchar los susurros de la naturaleza que antes me habían pasado desapercibidos. El olor a sangre humana a kilómetros de mi, se convirtió en una fragancia embriagadora, tentadora y peligrosa al mismo tiempo. Mis sentidos se agudizan, captando los latidos del corazón de un humano a lo lejos, como un llamado irresistible.
Sin embargo, mi reflejo en el espejo era un recordatorio constante de que ya no era humana. Mis ojos rojos brillaban con un hambre insaciable, y mi reflejo era el de un ser que había dejado atrás su humanidad para siempre. Aunque me sentía más viva que nunca, también era consciente de que había perdido algo irremplazable.
El mundo, ahora visto desde la perspectiva de un vampiro, era un lugar lleno de tentaciones y peligros. Mis emociones y deseos se entrelazaban en una danza compleja de ansia y autocontrol.
-Bienvenida, Laura -escucho una voz detrás de mí y la reconozco inmediatamente.
-¿Camila? -pregunto, volteándome y viéndola con una copa llena hasta arriba de sangre.
-Toma -ella me ofrece la copa-. Saciará tu sed por un rato hasta que Amber llegue -me dice con amabilidad.
-Gracias -le digo y acepto la copa, sintiendo el aroma metálico y embriagador de la sangre llenar mis sentidos. Bebo con desesperación, saboreando el sabor único y satisfactorio que calma momentáneamente mi sed. Camila me mira con complicidad.