34- Sevilla

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Nos encontrábamos en las vacaciones de navidad, las cuales estaban siendo geniales; yo había pasado noche buena con mi familia en min casa y Pablo la había pasado en Barcelona, ya que viajaría hasta sevilla para año nuevo.

Nos situamos en el día 28, Pablo me había convencido para acompañarlo al sur, a ver a su familia.
Al principio yo no quería, pero no se de que manera, siempre consigue que ceda. La verdad que me hizo un poco de chantaje emocional, diciendo que seguro que echaba de menos a Aurora, que su familia quería verme, que el sur era muy bonito, que su madre se enfadaría con él si no iba... En conclusión, estábamos en el aeropuerto de Prat esperando al avión que nos llevaría a Sevilla.

- Voy a coger algo en la máquina expendedora, quieres te pille algo?- me pregunta Pablo.

- Si porfa, unos conguitos o algo así- respondo.

- Vale, ahora vuelvo- asegura sonriendo.

Cuando vuelve nos tomamos nuestros snacks y pronto podemos embarcar en el avión.

- Oye Pablito, ni se te ocurra dormirte eh- le advierto en cuanto despegamos.

- Venga, déjame dormir un poco al menos- se queja.

- Que no pesado, que si no me aburro. Además, para algo he traído las cartas-

- Bueno vale venga, pero me pido repartir yo las cartas- cede finalmente.

- Vale, pero solo si no haces trampas- advierto.

- Si yo nunca hago trampas...-

- Ah no? Y esa vez en casa de Ferrán? O cuando jugamos al uno en tu cumpleaños? O esa vez que Pedri nos dijo de jugar al Monopoly?- empiezo a enumerar divertida.

- Vale vale pesada, ya lo he pillado- dice rodando los ojos mientras ríe.

Cuando aterrizamos en la ciudad sevillana recogemos nuestras maletas y nos dirigimos hacia el parking, donde nos esperaría la familia de Pablo; por familia yo entendía que estarían su padre, su madre, su hermana y el novio de su hermana como mucho, pero resulta que no, que había alrededor de veinte personas esperando por nosotros.

- Joder Gavira, que familia más grande tienes- digo asombrada causando su risa.

- Hola chicos! Ayy pero cuánto os he echado de menos!!- dice Rosa abrazándonos.

- Rosa pero que los demás también queremos saludar- se queja el padre de Pablo.

- Hola Pablito! Pero que guapo estás!- exclama la abuela de Pablo dirigiéndose a él, hasta que me ve y se acerca para darme un fuerte abrazo- Ay, pero Olivia! Mi niña como has crecido! Ya eres una mujercita! Que alegría que hayas venido!-

- Yo también me alegro, María- digo sonriendo y correspondiéndole el abrazo.

Después saludamos a el resto de su familia y nos dirigimos al restaurante en el que comeríamos.
Todos los familiares de Pablo eran majisimos y tenían esa chispa andaluza, tal como tenía él; a la mayoría ya los conocía de antes, pero a algunas de sus tías no, y la verdad que me habían caído muy muy bien, habían sido encantadoras.

- Bueno, cuéntame todo, que tal con mi hermano?- me pregunta Aurora, quien va de la mano con su novio, en cuanto dejamos atrás a Pablo.

- Aurora, no estamos juntos...- respondo.

- Lo se lo se, pero no tenéis nada de nada? Enserio?- me pregunta.

- Bueno algo sí... Pero nada cerrado ni mucho menos, ni siquiera lo hemos hablado-

- Y habéis...?-

- Amor deja a la pobre niña!- ríe Javi, su novio.

- Illo pero que tengo curiosidad!- se queja.

Every girls dream - Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora