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Hoy ha sido un día agotador, a primera hora tuve que ir a ver la casa que planeo comprar. Efectivamente tendré que hacer algunos retoques... algunos muchos, por no decir tener que echar abajo todo y empezar de nuevo, pero eso sería exageración. Solo lo digo porque hay cosas que no le gustarán a Hisoka, el baño, por ejemplo, el cual esta creado para alguien que no posee la estatura del arlequín y si bien me gusta su estilo rústico, será mejor cambiar esas cañerías y aprovechar de modernizar un poco más las cosas dentro de él. Son detalles, pero detalles que Hisoka si se fijará y por los cuales reclamaría todos los días. Después me reuní con Hotaru en un cibercafé, donde le ayuda con parte de su trabajo, estuvimos tan concentrados en revisar unas grabaciones y buscar información de unas personas que al final solo terminamos por comer la mitad de un sándwich cada uno.
Solo deseaba llegar a la habitación y pedir comida, porque muero de hambre ahora que soy consciente de que ni siquiera desayuné antes de salir.
Llegando a la habitación y antes de abrir la puerta podía sentir un rico aroma, el cual produjo que mi estomago se hiciera presente con un gruñido. Abrí la puerta para encontrar a Hisoka en la cocina.
Ya era hora de que llegara.
— Buenaaas~ ♡ — me fijé en que incluso preparó la mesa de manera elegante, con copas, velas y servilletas de tela — decidí hacer la cena, espero no te moleste, querida.
— Para nada. — respondí encantada por tal caballeroso detalle — Sabes que me gustan tus comidas.
— Que puedo decir... — él me observó por sobre su hombro sin dejar de revolver lo que sea que tuviera en la sartén — Tengo buenas reseñas sobre mis habilidades culinarias ♡
— Claramente Menchi no es una de ellas. — me burlé recordando su fracaso en aquel examen.
Hisoka gimoteó con indignación — Mai, tocaste un tema sensible ♤
— Lo sientoo~ — me serví un poco de vino en la copa que se encontraba en mi lugar de la mesa — ¿Necesitas que te ayude? — no creo que necesite ayuda, lo veo moverse por la cocina sin desatender su cena.
— Nop, debes estar cansada, ponte cómoda. — obedecí casi de inmediato, a pesar de no haber apuro, mi cuerpo me exigía ponerme ropa cómoda. Así que escogí una ropa de casa holgada de color crema, sintiéndome libre una vez que me quité los zapatos y el brasier. — Veo que lo tomaste en serio ♧
Comencé a contarle lo que hice durante el día, me fascina ver su capacidad de atender a varios estímulos al mismo tiempo, está cocinando, limpiando su desorden y atendiendo mi conversación al mismo tiempo. Es un hombre increíble y debo cuidarlo.
— Y a Hotaru no lo volveré a ver hasta que sea septiembre, atenderá la subasta, anda buscando un juego, pero no recuerdo el nombre.
— Genial, veré a mi cuñado favorito ♡ — sonreí como tonta por aquella frase.
