Sangre de Dragón

Capitulo 7

Después de la tormentosa boda de su hermana, Aenerys decidió pedirle directamente a su padre un Sir que cuide especificamente de ella, después de ver a Sir Criston golpear abruptamente a Joffrey, el pánico a estar cerca de él, era demasiado, pero no encontraba como decírselo a la reina, que ahora era custodiada por este. La reina solía visitarla en las tardes, y entendía que no quisiera a Sir Cole cerca de ella, así que respetó los deseos, de la que ahora veía como su hija.

-Padre,-llamó Aenerys, desde la punta de su cama.

-Dime, princesa.

-Quiero pedirte algo, de verdad importante.

-Habla.

-Quiero un soldado, para mí, después de lo de la boda de Rhaenyra, creo que, sería mejor elegir uno para mí.

-Sir Harrold se encarga.

-Pero, creo que podría apresurar la selección, si yo ayudase en el proceso.

-¿Quieres escoger a tu propio Sir? -Aenerys asintió, el rey parecía poco convencido de su petición, pero, decidió aceptar, él ya no era tan joven como antes, y muy en el fondo sabía que estaba muriendo, no podría proteger a su pequeña ahora.

-Bien, dile a Sir Harrold, que te presente a los candidatos, espero hagas una sabia elección.

-Por supuesto, padre.

Aenerys, salió contenta del cuarto de su padre, dispuesta a arreglar el asunto de una buena vez, no quería seguir molestando con ese asunto, así que entre más rápido, mejor.

-Sir,-llamó al verlo.

-¿Sí, princesa? 

-Mi padre me ha dado permiso de escogerlo yo misma, que propongas candidatos.-la sonrisa del Sir se  agrando, no sabía porqué, pero los pequeños logros de la princesa lo enorgullecían.

-Bien, reuniré a mis candidatos y haremos la selección.

-Gracias, Sir.

Al poco tiempo el Sir la llevó al patio, donde un puñado de soldaos, estaban reunidos.

-La princesa Aenerys, primera con el nombre,-presentó Sir Harrold, llamando la atención de todos los presentes, que hicieron una reverencia.

-Empecemos,-habló Aenerys, subiéndose a un banquito para poder verlos mejor.

Uno a uno fueron presentándose, Sir Harrold explicaba cada uno de sus logros, pero nada convencía a la pequeña princesa, en una hora ya se había presentado la mayoría y Aenerys estaba demasiado aburrida.

-Dudo que alguno de ellos pueda defenderme de alguien como Sir Criston,-murmuró Aenerys, siendo solo escuchado por el Sir al lado de ella.

-Creo que hay uno, princesa.-habló Harrold, señalando a un rubio, de ojos claros e imponente musculatura. -Preséntate.

-Urko Cargyll -se presentó mientras caminaba hacia el inicio de la fila, más cerca de la princesa.

-¿Experiencia? -Aenerys dejó que el Sir, preguntara.

-Luche junto al príncipe Daemon en los peldaños de piedra,-eso en definitiva llamó la atención de la princesa, y miró al Sir.

-¿Peleaste junto a mi tío? Hasta donde sé él no lucha junto a nadie.

-Bueno mi princesa, luche bajo el mandato de su tío.-aclaró el hombre.

-Me agrada,-terminó por decir, despidiéndose, era hora de su estudio de historia,  el Sir, sintió, llamando al hombre rubio, había ganado su capa blanca.