Capítulo 12

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Aenerys estaba siendo curada por el maestre en el cuarto de su hermana mayor, rodeada de sus sobrinos, y de los Velaryon, quienes no querían dejar sola a la chica.

-Estoy bien ¿de acuerdo? -volvió a repetir la chica a los mayores.

-¡Eso fue estúpido, Aenerys! -regañó Rhaenyra, -¿Y si te hubiera herido de gravedad?

-Ella estaría muerta junto con Otto Hightower, de igual forma hubieras ganado,-la ironía de la menor no pasó desapercibida por los demás.

-¿Eso crees? ¿Qué es lo único que me importa?

-En estos últimos años, sí, a decir verdad, pero tú eres la heredera al trono de hierro, yo no, tú sabrás como luchar tus batallas,-bramó la princesa, soltando todo de su interior, mientras se levantaba y le hacia frente a la mirada de fuego de su hermana mayor.

-No creo que sea lo mejor en este momento..-intentó intervenir Lord Corlys.

-¿Cómo puedes creer eso de mí? ¿No he sido lo suficientemente buena? -habló Rhaenyra ignorando a su suegro.

-¿Buena para quién? ¿Para el Lord y el Sir muertos? ¿Para protegerme de Otto Hightower? Te has inundado tanto de tu odio por los Hightower que olvidas lo importante, solo dañas a tus hijos.-el golpe en su mejilla resonó con fuerza, Rhaenyra nunca antes le había levantado la mano pero justo ahora había herido en el punto,-¿Crees que golpeando cambiarás la verdad? Estas siendo egoísta, hermana, el defender a tus hijos no lo hice por ti, lo hice por ellos, porque merecen eso de mí.

-¿Cómo te atreves? ¿De que lado estas? ¿De Alicent?

-Si crees eso, se nota que no me conoces, Rhaenyra, me convertí en tu sombra desde que nací porque así lo quise, te defendí frente a Alicent, cuide de tus espaldas incluso sabiendo que lo que hacías estaba mal,-habló la princesa al borde del llanto, por el enojo,-pero aún así te crees con el derecho de cuestionar mi lealtad.

-Mis princesas,-habló Sir Urko desde la puerta,-los príncipes Aegon y Aemond desean ver a la princesa Aenerys.

-¿Cómo se atreven? -bramó Rhaenyra.

-Son mis hermanos también, Nyra,-intentó suavizar su carácter, odiaba discutir con su hermana,-ellos no tienen la culpa de lo que su madre les inculcó, en vez de odiarlos deberías intentar tenerlos de tu lado.-a Daemon se le encendió el foco con lo que había dicho su sobrina.

-Quién lo diría, eres tan perspicaz, como tu hermana mayor,-se burló.-Pero ella tiene razón, tenerlos como aliados nos facilitará las cosas.

-¿Que cosas? -intervino Lord Corlys, Aenerys suspiró.

-Mi padre en algún momento morirá, su enfermedad avanza, y tanto Alicent como Otto, quieren a Aegon como rey.

-¿Y él? ¿Qué quiere? -habló la princesa Rhaenys.

-Hundirse en alcohol y prostitutas,-habló con amargura la princesa menor,-si se lo das, traicionaría a cualquiera.

-Princesa,-volvió a llamar Urko desde la puerta.

-Si me disculpan,-habló Aenerys retirándose de la alcoba yendo a la suya, con sus dos hermanos detrás, ninguno dijo palabra hasta que llegaron a la habitación de esta.

-¿Estás bien! -preguntó Aemond acercándose a su hermana inspeccionando su brazo recién cocido, ella asintió.

-Yo soy la que debería de preguntarte como estás, lo que tienes es más grave.

-Los maestres le dieron suficiente para el dolor,-habló Aegon llamando la atención de su hermana, esta asintió. -¿Segura que estas bien? -preguntó el otro peliblanco.

Sangre de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora