Capítulo 9 (Advertencia +18)

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Advertencia (+18)

Aenerys, era una chica astuta, pero cuando se trataba de hombres no era la más lista, en realidad no era por los hombres, era por los sentimientos, tener sentimientos por alguien siempre sería complicado, había visto a su hermana querer casarse con alguien que no era Sir Leanor, y verla ahora teniendo que sufrir por su matrimonio, era una pesadilla. Al menos ella era feliz con sus tres hijos (uno recién nacido). Con Aegon todo era más complicado, bebía por absolutamente todo cuando ella no estaba presente y por lo que le había contado Mysaria, era un cliente frecuente de los burdeles en la calle de la seda (como ella) y por alguna razón eso le molestaba demasiado.

-Mi princesa, presta atención,-habló la chica encima de sus piernas, era linda, rubia, y le gustaba, pero no era quién ella quería.

-Lo lamento, linda.-murmuró besándola, pudo sentir al chico detrás de ella besar su cuello,-Sin marcas.-no era su primera vez, hace un año de eso, el chico detrás suyo y la chica frente a ella eran sus golfas frecuentes, había probado la gloria y no quería dejarla. 

El chico  de cabello claro, apretó sus pechos, haciéndola jadear, mientras la chica, bajaba besando  su abdomen, hasta su parte más baja, con ayuda del castaño, subió sus caderas dándole acceso a su femineidad, a la rubia, quién gustosa llevó  su lengua a su entre pierna, amaba que hiciera eso. Oía al chico masturbarse detrás de ella, eso de verdad la ponía mucho, estar entre dos se convirtió en su obsesión, el sexo con uno solo era placentero, pero ¿con dos? El morbo siempre la movería más. 

-No te detengas,-ordenó a la chica.

 El nudo en su parte baja se hacia más fuerte cuando sintió al chico entrar en ella, ambos gimieron al mismo tiempo, mientras la rubia dejaba a la joven princesa para besar sus labios y dejarla disfrutar del chico; Aenerys pudo sentir su sabor cuando conecto la lengua con la de ella, los gemidos provocados por las embestidas eran amortiguados por los labios de la contraria, quién se masturbaba mientras las manos de Aenerys apretaban sus pechos, para después descender y empezar ella a masturbar a la chica, dejaron de besarse cuando el aire les hizo falta, los gemidos de los tres eran acompañados por los de los demás en la casa de placer.

La adrenalina por ser descubierta, el morbo de que mucha más gente la veía hicieron que e orgasmo la alcanzara, solo por esa sensación seguía haciéndolo. No dejó al chico terminar en su interior, pero si permitió que la besara. Al terminar se quitó de en medio, y se vistió, debía de volver pronto a la fortaleza roja, Lena no podría cubrirla por mucho más tiempo.

-Debo marcharme.

-¿Volverá pronto, princesa? -preguntó la chica Valena.

-No,-fue su única respuesta, mientras se ponía la capucha, y salía del burdel, esta será la última vez, se prometió.

Mysaria se lo había dicho, Valena estaba enamorada de ella, y ciertamente a Aenerys le gustaba, pero no la quería ni arriesgaría su cabeza por ella, así que lo había decido no volvería con ella, ni con ninguna otra golfa u otro chico, pronto llegaría a la edad, y tendría que casarse con Aegon, no podía seguir así. Al llegar a la fortaleza, llegó directamente a su habitación donde se dio una ducha, y se colocó un vestido negro, iría a visitar a sus sobrinos, y después pasaría la tarde con Helaena.

-¡Mis príncipes! -habló llegando al cuarto de su hermana donde Luke y Jace estaban, al escucharla dejaron de jugar y corrieron a abrazarla,-Los extrañe.

-También nosotros,-habló Jace mientras dejaba a su tía revolver su cabello castaño.

-¿Que tal tu viaje, hermana? -preguntó Rhaenyra, cargando a Joffrey, antes de este día, había estado con Daemon  y Laena, quién estaba muy embarazada.

Sangre de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora