Sangre de Dragón

Capítulo 17

ADVRTENCIA

Puede haber menciones de abuso, lenguaje soez, manipulación, entre otros, si esto no es de tu agrado o te incomoda, por favor no lo leas. (También habrá menciones de +18) Sin más, que disfruten

Volver a volar en Caníbal, hizo que el animo depresivo de la princesa mejorara, volvía a sentir como si estuviera viva, deseosa de guerra y sangre. Las cosas con sus hermanos estaban extrañas, Aemond había tomado distancia de ella, y no podía negar que le dolía, él sin duda era su segundo hermano favorito después de Rhaenyra. El pensar en ella, hace que le duela el alma, dejó a su hermana, dejó su causa, no sabía exactamente porqué, toda su vida había querido que su hermana fuera su reina, su superior, ahora quería ser más que eso. Ella quería que la vieran por algo más que por su hermana, más que por ser la segunda.

Ahora, volando en Caníbal, se sentía poderosa, intocable, no tenía que pensar en consecuencias solo hacer, como siempre muy en el fondo sabía que quería. Volvió a la fosa de dragones después de que el sol se escondiera, había pasado todo el día volando, ignorando por completo a todos.

-Princesa,-habló Sir Criston esperándola en el carruaje, la forma e la que le habló la heló por completo, y crispó su piel, no lo quería cerca en definitiva.

-Sir,-saludó ella, tensa, mientras subía al carruaje, él tenía que ir en caballo, por lo que eso limitaría su contacto, que equivocada estaba. El Sir subió con ella.

Aenerys era muy parecida a Rhaenyra, era algo que le gustaba al Sir, su cabello, su rostro, era notorio que eran hermanas, pero lo que más le gustaba era que Aenerys no era en absoluto Rhaenyra, ella si le tenía miedo, era sumisa y obediente, algo que él hubiera querido que la mayor fuera para con él; que mal pensaba el Sir, Aenerys era hija de dragones, su sangre era fuego, y constantemente peleaba con la sed de muerte que le pedía su enferma sangre.

Aenerys notó la inspección que le daba el Sir, y en lugar de bajar la mirada, lo miró, importándole poco si se veía con miedo, ella no quería huir más, no quería ser de las damiselas que necesitaban que siempre las cuidarán, por ese mismo motivo ahora cargaba con la daga, que había encontrado en su huida, a pesar de que ya habían pasado semanas de ello, ella no podía evitar recordar como se sentía la misma clavada en su caja torácica y ciertamente, estbaba deseosa de usarla, y demostrarle a sus propios demonios que ella era capaz, de hacer lo que fuera por sobrevivir y prosperar.

Una batalla silenciosa, se libró entre el Sir protector de la reina, y la princesa, ninguno tuvo que decir nada, pero la mirada oscura dada por el Sir, no la intimidó, él sin duda era más fuerte que ella, más grande, pero ella era mujer, y tenía que usar lo que tuviera a su alcance, para ganar. Una sonrisa maliciosa surcó el rostro de la princesa, ella de verdad quería matarlo. él por su parte interpretó esto de una manera totalmente diferente. De forma pausada, se acercó a ella intentando aprisionarla, Aenerys sintió el pánico invadirla, pero decidió no ceder, peleando con fuerza, contra el Sir, quién no parecía rendirse, mientra intentaba besarla.

No hubo palabras, por parte de ninguno, solo el sonido del forcejeo constante, y el tintineo de la armadura del Sir, Nerys, peleo con fuerza, ella no se dejaría intimidar ni dañar sin pelear, mientras el Sir la tomaba por el cuello intentando inmovilizarla contra las pequeñas paredes del carruaje, la princesa tiró una patada que abrió la puerta del mismo, desestabilizando al Sir, haciéndolo caer aun con la carrosa en movimiento, llevándosela con él. El relinchido de los caballos y el grito sorpresivo del conductor fue todo lo que se escuchó, mientras el Sir y la princesa seguían peleando en el suelo. A Criston Cole, poco le importaba que cualquiera lo viera solo deseaba ver ese pequeño cuerpo rendido ante él, y la princesa, solo deseaba que este momento fuera solo una pesadilla, sacad de su imaginación.