Capitulo 21

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-Jaz mirame- ordenó mi amigo.

No se en que momento pero en menos de quince minutos, nos encontrábamos abajo del departamento y apenas me había percatado de que había estacionado el auto.

Lo miré y al instante sentí como la luz de la calle me daba de lleno haciendo que me duelan los ojos. Estaba segura de que estaban hinchados.

El sin emitir palabra se corrió de su asiento acercándose más a mi y me abrazó y, por primera vez, me permití llorar frente a alguien.

Solté cada lágrima que me venía guardando en el camino, me desahogué como nunca y capaz mañana me arrepienta y me sienta humillada, pero hoy solamente me permití soltar todo en el hombro Lucas.

-Tiene una hija...- le dije entre sollozos y él se tensó un poco; segundos después sentí que sus dedos me acariciaban el pelo delicadamente.

-Shh, está bien, está bien..- susurraba mientras seguía con sus movimientos.

No dijimos más nada, ni hizo falta.

Al otro día, para mi buena suerte, me levanté mucho mejor.

Como siempre, me hice un buen desayuno y me tiré en el sillón. Ahí estaba la campera gris de Enzo y la miré con odio porque todavía seguía en mi casa.

Después enfoqué mi concentración en el programa de chismes de cada mañana que me encantaba.

"En otras noticias, Enzo Fernández el famoso futbolista del Benfica cortó su relación con esta misteriosa chica?...

Abrí los ojos como platos pero no podía dejar de escuchar.

..La verdad está acá. Ella fue vista con otro chico aumentando los rumores de su separación. ¿Enzo sigue disponible? Ya nos vamos a enterar, más información en las próximas horas, no se lo pierdan"

Ahí pasaban una foto de muy mala calidad  que parecía ser de anoche cuando Lucas y yo estábamos caminando por la calle, ahora si mi cara se veía un poco más y a Lucas solo el perfil mientras sonreía.

Mensaje de Lucas

"Epa soy famoso ahora, te enteraste? Lastima que salí con mi perfil malo :("

Sonreí y negué con la cabeza.

Llamada entrante de Sara.

Suspiré y contesté.

-Hola- dije normal.

-Hola mi vida, cómo estás?- preguntó ella dulcemente.

-Sara, vos sabías?.

-Yo.. Jaz, no, no sabía- respondió- a mi me sorprendió tanto como a vos. Me preocupeé cuando te fuiste..

-No quería hablar con nadie, la verdad, todavía estoy procesando toda la información- solté en una risita sarcástica.

-Yo creo que ustedes tienen que hablar Jaz.

-Vos te escuchas? Tiene una hija Sara, me mintió todo este tiempo.

-Yo también estoy enojada con él por no decirte, incluso en su momento casi mando a la mierda a Lean porque él sabía. Pero todo tiene una explicación.

-Si bueno, yo no quiero saber nada con él, que se vaya con su familia...

Su familia.

-Date tu tiempo entonces, solamente no descartes la chance de que él se explique. Te defiendo a muerte, pero.. esta vez pensalo nomas.

-Bueno, voy a pensarlo...-suspiré- lo único que se es que en este momento estoy enojada y un poco triste.

-Y tenes todo el derecho del mundo- aseguró luego de unos segundos- Jaz...

-Que?.

-Saliste en la tele con Lucas, sabias?.

-Lo vi esta mañana- bufé y sonreí contra el almohadón- Es un montón, solo habíamos ido a tomar un helado.

Ella del otro lado soltó una carcajada y me hizo reír a mi también.

-Tengo una idea. Querés que te lleve helado mientras miramos una película romántica para llorar?- respondió casi leyendo mi mente.

-Es lo único que necesito- finalice.

A las horas ya me encontraba con mi mejor amiga mirando 10 cosas que odio de ti mientras esperábamos el helado. Admirábamos la belleza de Heath Ledger y de Julia Stiles y yo personalmente la amaba demasiado.

La mejor película del mundo.
Y este un planazo.

Mi humor iba mejorando y me sentía contenida por mi mejor amiga quien no paraba de llorar por esa parte de la película.
Incluso anoche también estuve contenida por Lucas y estaba más que agradecida con ellos por estar a mi lado.

Dos golpes en la puerta hicieron que sobresaltemos y enseguida me levanté para atender pensando que era el delivery de helado. 

Del otro lado, para mi sorpresa, Enzo se hacía presente con una bolsa blanca en sus manos, dentro de ella se notaba un pote de telgopor.

Enseguida alcé mi mirada para que se  conecte con la suya, brillaba y esos ojos me producían algo inexplicable por dentro, instantáneamente un golpeteo en mi pecho se hizo presente.

-Que haces acá?- hablé desviando la vista.

-El delivery de helado- respondió sonriendo pero al instante se borró al ver que no me causó un poco de gracia- Compré de menta granizada..

Bufé sin emitir palabra.

-Puedo pasar?- habló nuevamente rascando su nuca ya un poco nervioso.

A Kilómetros- Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora