Capitulo 49

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Ya habían pasado unos días de aquel encuentro con Lucas. Cuando lo volví a ver en el trabajo me había encontrado ya con ese Lucas de siempre y en el fondo estaba agradecida por eso.

Hoy tenia día libre, entonces había decidió mandarle un mensaje a Enzo para vernos a la tarde pero lamentablemente estaba a full con los entrenamientos en la Selección, así que estaba bastante complicado que nos podamos ver en otro horario que no sea de noche.

De todas formas lo entendía, sabía por demás cómo era ese mundo.

Así que a la tarde me las arreglé para salir a caminar un ratito y pasear por distintos lugares. Aproveche a sacar un par de fotos por los lugares que fui visitando y también ir a una cafetería nueva que había abierto en una zona re linda de Buenos Aires.

Mientras buscaba una mesa disponible, sin querer y para mi sorpresa a lo lejos pude distinguir en una de las mesas a Valen con Oli en brazos quien estaba con la carita roja, llorando.
No sabía si era buena idea acercarme, dada la situación, pero cuando menos lo pensé ya estaba encaminándome para su lugar.

-Valen, hola- le dije y apenas pude ver sus ojos vi una mirada cansada- Necesitas ayuda?

-Jaz- dijo soltando un suspiro aliviada- si por favor, no se que le está pasando a Oli últimamente, esta terrible.

-Oli- le hablé esta vez directamente a su hija- cómo estás? Queres venir un ratito conmigo?

Ella todavía seguía con el labio inferior estirado haciendo puchero y poco a poco las lágrimas fueron desapareciendo, todavía seguía aferrada a su mamá pero no tardó a subirse a mi regazo apenas tomé asiento.

-Quiero a mi papá- dijo Oli casi en un susurro, apenas audible para mí. Miré a Valen pero por lo visto no la había escuchado con todo el ruido que había en el lugar.

No sabía que decirle porque no estaba segura de seguirle el tema, no quería que siga llorando así que al instante se me ocurrió una idea.

-Te parece si te pedimos algo rico para comer? Un batido, unos muffins...lo que vos quieras, bebita- hablé acariciando su mejilla.
Oli solamente asintió y se recostó contra mi pecho y por fin podíamos decir que ya estaba un poco más calmada.

Una vez que ordenamos algo para comer y tomar, la actitud de Oli había cambiado por completo, incluso se estuvo entreteniendo un rato haciendo un dibujo con los lápices y papel que Valen llevaba en su bolso para todos lados.

-Valen, creo que sé que le anda pasando...- le dije bajito tratando de no llamar la atención de Oli.

-Si, yo también sé. Pero Enzo pasa casi todos los días por casa para visitarla nada más que está en caprichosa- bufó soltando un suspiro largo.

-Pasa que las dos sabemos que tiene una debilidad por Enzo, es obvio que lo extraña y quiere estar siempre con él.

-Yo.. la verdad no sé si estoy haciendo las cosas mal o..

-Vos sos la mejor madre para Oli, Valen. De verdad te digo, nadie la cuida como vos.

-Si, pero parece que no es suficiente. Ayer estaba inaguantable y a mi no me quería ni ver, me empujaba diciendo que solamente quería a su papá. No sabes lo mal que me puse- habló y pude notar que sus ojos se aguaban pero ella trataba de contenérselo.

Me partió el alma verla así de esa forma. No teníamos mucha confianza con Valen pero juro que en ese momento quería abrazarla.

-Sabes que cualquier cosa podes pedirme ayuda a mi.. no soy Enzo pero no dudes en llamarle..

Y dejando pasar unos segundos por fin mostró una sonrisa de lado, una muy chiquita, pero me alcanzaba.

-Gracias- respondió simplemente- lo voy a tener en cuenta ya que ahora sos parte de la familia.

Me tensé un poco ante esto pero no lo dijo de mala forma, sino que trato de sonar simpática así que me alivie un poco al final.

Entonces ya todos sabían, pensé.

Cuando terminamos de merendar todavía era temprano así que Valen me preguntó si las acompañaba a hacer unas compras que todavía tenían pendientes. Yo por mi parte, no pude decir que no cuando Oli casi me suplico que vaya con ellas, a parte todavía era temprano así que no tuve problema en ir.

Pasamos por unas tiendas de ropa y le compramos algo lindo a Oli, un vestidito color verde agua hermoso que le había elegido yo y se aferró tanto a él que no quedó otra que llevárselo.
Obviamente también pasamos a ver algo de ropa para Valen y para mi, aunque yo solamente estaba de paso acompañando a la chica a mi lado, no pensaba comprar nada.

Cuando entramos a una de las tantas tiendas, Valen se fue a probar lo que había apartado para ella y yo por mi parte me quede viendo un poco más.
A los minutos me detuve en mi lugar casi hipnotizada al ver un vestido color rojo que estaba colgado de una forma exclusiva, era una locura, pero sabía que era muy caro y por el momento no podía permitírmelo.

-Te gustó algo?- habló Valen a mis espaldas y no pude evitar dar un saltito en mi lugar porque no la había visto.

-Eh.. no, nada- dije rápidamente apartando la vista- Vos ya estás lista?

A Kilómetros- Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora