Capitulo 50

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La tarde con Valen había estado muy buena, hablamos bastante y nos fuimos conociendo cada vez más, no sabía si podía decir que éramos amigas pero si podía destacar que era una chica divina súper buena y tranquila.

La había pasado bien con ella.

Una vez que llegué a casa me desplomé sobre el sillón del cansancio por haber caminado tanto, decidida seguramente a mirar alguna peli o algo interesante en la tele. Tenía algunos mensajes de Lucas quejándose porque no aguantaba la hora de irse de la cafetería y uno de Enzo.

Enzito: "Te extraño mucho"

Decidí contestar este primero por obvias razones.

Jaz: "Y yo?"

Esperé unos minutos y no recibí una respuesta de su parte, pero enseguida mi celular se volvió loco al tener una llamada entrante de él.

"Hola?"- hablé primero apenas contesté la llamada.

-"Hola linda, cómo estás?- dijo del otro lado. Pude notar su voz cansada y que por cómo se escuchaba, seguro estaba pegado a la almohada.

-"Bien, todo tranqui y vos? Como te fue hoy?"- comenté también tirada en el sillón.

-"Bien, estoy re cansado, Scaloni nos mato en el entrenamiento. Perdón por no ir hoy hasta tu casa, te juro me moría de ganas pero no puedo faltar- habló esta vez.

-"No obvio, no se te ocurra faltar. Nosotros nos podemos ver siempre así que tranquilo, si?"- le contesté en su lugar.

-"Te extraño wacha".

-"Y yo no tenes idea. Pero igual tuve un día interesante.."- hablé dejando un suspenso.

-"Mañana me contas entonces"- dijo.

-"Mañana?"- cuestioné tratando de que no se note la emoción en mi voz. De verdad extrañaba verlo.

-"Si, porque mañana vamos a cenar a un lugar lindo, si o si- aseguró -Y después..

-"Si..- dije arrastrando la palabra.

-"Y después dormimos juntos en casa. Y después.."

-"Y después qué?"

-"Después vemos, Juli no está, no sé si te sirve ese dato"

-"Entonces re acepto"- contesté y soltó una risa del otro lado.

-"Hasta mañana hermosa, te quiero"

-"Descansa amor, te mando un beso"

-"En donde?"- dijo y rodeé los ojos.

-"Chau Enzo"- finalicé la conversación tratando de no sonreír mientras él todavía reía del otro lado y corté la llamada.

Así que mañana íbamos a tener esa cena que tanto nos debíamos y yo no podía más de la emoción porque llegue la hora para verlo.

No se que me estaba haciendo Enzo o que era lo que tenía, pero me provocaba una felicidad inmensa pensar que íbamos a tener un rato para nosotros solos, incluso siendo una cena.

Al otro día, me desperté por el ruido del timbre y corrí totalmente dormida para atenderlo y saber quien estaba abajo del depto.

-Hola, si, quien es?- logre decir tratando de disimular el sueño que todavía cargaba.

-Buenos días, tengo un paquete para entregar en esta dirección- dijo una voz masculina del otro lado.

-Creo que es un error, no pedí nada- contesté algo extrañada.

-Estoy cien por ciento seguro que es acá, según los papeles...puede bajar a recibirlo?

-Eh..si, ya bajo- hablé y solté el botón para agarrar una campera y bajar rápidamente por el ascensor.

El chico frente a mi seguía insistiendo que este paquete era para mi y sólo necesitaba una firma para que pueda entregarmelo. No discutí y finalmente le hice caso y me lo traje para el depto.

En mis brazos tenía una caja color marrón con un moño negro. No tenía nota por ningún lado y eso era raro, así que no esperé más y la abrí.

No pude evitar abrir la boca de la sorpresa al ver el contenido, al principio pensé que estaba viendo mal pero realmente era el mismísimo vestido rojo que había visto en la tienda cuando fuimos con Valen. Pero no entendía ¿Porque? ¿Qué hacia este vestido acá?
Lo saqué de la caja con todo el cuidado del mundo con miedo de arruinarlo y casi que lo abrazo por lo hermoso que era. Juraba que me brillaban los ojos.

Al instante el celular vibró en mi bolsillo y lo saqué rápidamente para ver un mensaje de Enzo.

"Para esta noche ;). Te veo más tarde"

Abrí los ojos como platos y pude entender que claramente había sido idea suya. Lo que no entendía era cómo sabía de todo esto, pero después iba a tener tiempo de preguntarle, no esperaba más para probarlo.

Enzo estaba siempre en cada detalle, era increíble.

Cuando se hizo la hora me di unos últimos retoques poniéndome el vestido nuevo y agarre un blazer para más tarde. Me miré al espejo y no podía sentirme mas linda, como nunca. El vestido me quedaba espectacular porque era exacto de mi talle, así que estaba todo perfecto.

Pude ver desde el balcón que Enzo estacionó su camioneta afuera y bajó vestido como nunca antes. Ya no tenía esa gorra característica que llevaba siempre para atrás y tampoco esa ropa deportiva que usualmente llevaba puesta, ahora estaba vestido de negro muy impecable con lentes puestos, realmente una locura de pibe.

Baje sin esperar más y apenas puse un pie fuera del edificio él posó su mirada sobre mí recorriéndome de arriba abajo. Caminé hacia él y sorprendiéndome me alzó con ambos brazos dándome una vuelta por el aire provocando que una risa salga de mi sin pensarlo.

-Puede ser que tenga la novia más hermosa del mundo?- dijo mordiéndose el labio inferior.

-Vos estás hermoso- dije bajito y no tardó mucho en posar sus labios sobre los míos dándome un beso corto.

-Vamos, mi amor?- comentó y asentí emocionada.

Se venía una linda noche y yo no podía más de la felicidad, me desbordaba.

A Kilómetros- Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora