Sentí que la vergüenza me abordaba por completo. Con todas las fuerzas del mundo y a paso ligero, decidí salir rápidamente para la puerta del lugar. Apenas escuchaba que Enzo todavía me llamaba a mis espaldas pero ni ahí me daba vuelta para enfrentarlo.
Esto había sido demasiado y no solo por el hecho de que casi le había vomitado encima, sino también que él estaba ahí y no podía creerlo.
El aire frío me pego de lleno y eso me dio una punzada en la cabeza. Agarre mi celular y pude ver que Sara me había escrito que venía para acá, agradecida con mi mejor amiga en ese momento.
Sin más me senté en el piso mientras tomaba un trago de agua de la botellita que llevaba conmigo y comía un chicle, era un verdadero desastre en ese momento y juraba no ponerme mas en ese estado.
-Jaz, estás bien?- Enzo se hizo presente nuevamente fuera del boliche mientras se acercaba a paso ligero en donde estaba yo.
-Si, discúlpame por lo de recién yo no..- hable mirando a la nada, por el momento no me atrevía a mirarlo a los ojos
-Son cosas que pueden pasar quédate tranquila- habló agachándose frente a mí mientras me buscaba con su mirada- Apenas te reconocí, hace mucho no sab...-
-Enzo, me podes dejar sola?- esta vez conecte mirada con él- Perdón pero no estoy como para hablar en este momento
-Ah..si, esta bien, solamente quería asegurarme de que estés bien- sonrío de lado amablemente.
Y muy por dentro lo odiaba.
-Estoy perfecta- hablé esta vez intentando desmostrarlo poniéndome de pie y también queriendo finalizar la conversación. Pero el intento fue inútil porque me tambalee y él en un movimiento rápido me agarró de la cintura sosteniéndome con firmeza.
-Dejame que te ayude, no te veo muy bien que digamos- río apenas, mientras su mirada me recorría la cara. Acto seguido se sacó la campera que tenía atada al cuello y la pasó por mis hombros tratando de taparme y darme calor.
Gracias a Dios una voz nos interrumpió en el momento exacto, pero extrañamente esta vez no era mi mejor amiga.
-Jaz!- Lean apareció corriendo por la puerta y miró a Enzo extrañado- Qué haces vos acá?
-Hubo un inconveniente, pero esta bien, nosotros nos conocemos- habló Enzo con tranquilidad- Se conocen?
-Si- dijimos al mismo tiempo
-Vamos Jaz, que Sara está como loca buscándote y menos mal que estás acá- soltó un suspiro de alivio y me abrazo por los hombros para guiarme nuevamente adentro del boliche
-Para, segura no queres que te lleve a tu casa? Yo ya me estaba por ir- Lean lo miró y después me miró a mi buscando mi aprobación.
-No hace falta..- hablé alzando los hombros.
-Yo te llevo Jaz- habló casi suplicante.
Bufé, pero finalmente acepté la oferta, después de todo quería irme ya a mi casa y la verdad no estaba en condiciones para volver a entrar.-Le podes avisar a Sara?- pregunté esta vez mirando a Lean.
-Quédate tranquila, yo le aviso. Te dejo en buenas manos- me dijo Lean guiñándome un ojo y seguido de eso siguió su camino.
-Vamos?- ahora el turno de hablar fue de Enzo quien me miraba con ese brillo en los ojos que hacía que el corazón me vaya a mil.
Solamente asentí mientras comenzábamos a caminar en total silencio por la calle buscando el auto. El plan estaba en subirme, agradecer por haberme traído hasta casa y no verlo nunca más, así que suplicaba en silencio que no me hable en todo el camino, aunque sabía que era bastante difícil.
Yo tenía un pasado con Enzo y desde que se fue para continuar con su carrera profesional no tuvimos más contacto, era difícil verlo ahora y lo que menos quería esta noche era volver a encontrármelo.
Muy mala suerte.
Subimos a una camioneta negra lujosa, ultimo modelo. Rodee los ojos porque no esperaba menos. El por su parte arrancó la camioneta y empezó a conducir mientras ponía música bajita. No hacía falta que le de mi dirección porque la conocía perfectamente.
Miraba la ventana mientras me aguantaba las ganas de llorar, pero no por tristeza. O capaz si, más que nada tenía un conjunto de emociones inexplicables que me hacían latir el corazón muy fuerte y la única solución que encontraba en ese momento era ese descargo, pero trate de tragármelo y seguir en silencio. Aunque sea hasta llegar a casa.
-Como estuviste este tiempo? Hace mucho que no sé nada de vos..- habló rompiendo el silencio desde el asiento de al lado, mientras su mirada estaba atenta al poco tráfico.
Tragué saliva- Bien, como siempre..- dije tratando de sonar lo más tranquila posible
-Eso es bueno..- respondió él esta vez y el silencio nos invadió nuevamente y eso me alegro un poco.
Hasta que decidió continuar.
-Yo se que no me queres ver ni en foto, pero por hoy solo quería asegurarme de que llegues bien a casa Jaz.
-Yo no dije nada Enzo- conteste rápidamente
-Te conozco- dijo sonriendo de lado- no me queres ver ni en figurita, sé que me tenes bloqueado de whatsapp.
No respondí porque era verdad, pero no daba decírselo en la cara.
-Esta todo bien, no es eso, solamente no esperaba encontrarte- respondí a cambio.
-Yo tampoco, pero me alegró verte una vez más- habló ahora si mirándome directamente mientras continuaba manejando- Ya que nos reencontramos estaría bueno algún día tomar alg...-
-Es aca- dije señalando la puerta de mi departamento tratando de disimular el nerviosismo que me invadía todo el cuerpo- Gracias por traerme, nos vemos buenas noches.
Cerre la puerta y escuché que me respondió algo a mis espaldas pero era inentendible para mi, ya estaba caminando directo a mi departamento.
Y una vez que llegué lo único que pude hacer fue tirarme a la cama y llorar, todo lo acumulado salió. Lloré demasiado y podía culpar al alcohol en ese momento, aunque muy internamente sabía que era no era por eso.
Tanto tiempo invertido en superar esa relación, en seguir adelante, en volver a intentarlo con alguien más abriéndome a nuevas oportunidades tal y como él lo hizo, para que de un día para otro todo vuelva para atrás y lo trabajado lo tire a la basura.
Era injusto y decía que lo odiaba, y juraba que lo odiaba por todo lo que había pasado años atrás, pero por lo contrario mi cuerpo se manifestaba de otra forma haciendo que el corazón me siga latiendo más de lo que debería.
Y ahora yo me odiaba por eso.
ESTÁS LEYENDO
A Kilómetros- Enzo Fernández
Storie d'amore"A veces hay que irse bien lejos para poder saber cual es el camino correcto." Comenzada 19/01. Capítulos todos los días Finalizada.