Capitulo 38

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Por fin había terminado mi semana laboral y ahora me encontraba ordenando la valija para pasar uno de los mejores fines de semana del año, según Enzo.
Para mi suerte mi mejor amiga también iba a ir acompañada de Lean así que esto se ponía mejor y mejor, tenía cero dudas.

Enzo había quedado que pasaba a buscarme tipo siete de la mañana y me daban ganas de llorar internamente cuando me lo dijo, era demasiado temprano para cualquier ser humano.

Bufé sin opción alguna porque sabía que me tenía que levantar si o si en unas horas o sino iba a tener a Enzo fundiéndo el timbre y eso iba a ser peor. ¿Porque no salíamos más tarde?

Al instante, mis pensamientos fueron interrumpidos por el celular que vibró en la almohada y me tiré para alcanzarlo.

Nadie más que él podía ser a esta hora.

Enzito: Extraño tenerte arriba mío.

Negué con la cabeza mordiéndome el labio inferior.

Jaz: Sos un zarpado.

Enzito: durmiendo che, que malpensada sos. No quiero dormir solo.

Jaz: yo también te extraño pero nos vemos en unas horas. Ahora anda a descansar, lindo.

Enzito: Nos vemos en un ratito hermosa, un beso.

Cerré la valija no sin antes hacer un último chequeo viendo si todo estaba en su lugar y finalmente parecía estar todo bien.

Miré el reloj, 12 de la noche.

Estaba totalmente exhausta entonces sin más puse la alarma y me desplomé contra la cama ocupando el lado que Enzo solía ocupar cuando se quedaba y no tardó mucho en invadirme el sueño.

Cuando menos me lo esperé ya estábamos en la camioneta viajando al lugar que los chicos habían conseguido para todos nosotros.
Enzo tenía todas las pilas puestas por ser las siete treinta de la mañana y Julián parecía que se había tomado diez energizantes porque no paró de cantar en todo el recorrido. Y para mi mala suerte, yo no era muy amiga de las mañanas, pero igualmente me había puesto a cebarle mates a los chicos.

-UH NO TEMON, subile- gritó Juli desde el asiento de atrás.

Enzo le siguió la corriente enseguida y subió a todo volumen una canción que no pararon de poner, capaz era la quinta o sexta que la escuchaba. Pero festejaban cada vez que sonaba como si fuese la primera vez.

-"Tu ere loco con ella, ella loca conmigo"- comenzó Enzo.

-"Vives dándole like cabron, yo a ella ni la sigo"- le siguió Julián.

-"Tu le tiras al DM, ella montada en mi BM. En un capsulon y con protección no quiero mas nenes"- cantaron ambos al mismo tiempo.

-"Porque soy su nene cuando le conviene"- cante normalmente para mi sorpresa y los dos se giraron enseguida para mirarme sorprendidos.

-Me enamoré- dijo Enzo agarrandose el pecho.

-Ay, Jaz es una de nosotros ahora. PONELA OTRA VEZ ASÍ LA CANTAMOS COMPLETA- agregó Julian muy entusiasmado y dicho y hecho, la habremos escuchado dos o tres veces más.

-Que hice para merecer esto?- sentencié haciendo puchero.

-Tener al wacho más lindo de todos- agregó Enzo- y a Juli.

-Eh, que bardeas. Yo soy más lindo, Jaz eligió mal- le gritó Juli desde la parte de atrás y no pude contener la risa.

Mientras Enzo continuaba manejando por la ruta una de sus manos se posó firmemente en uno de mis muslos mientras su concentración seguía en el tráfico. Lentamente entrelacé nuestros dedos dejando pequeños mimos y observé su perfil, una sonrisa chiquita se formaba en su rostro mientras su mirada se mantenía al frente.
En lo personal casi que se me caía la baba al verlo con la gorra para atrás, era imposible que le quede todo tan bien.

En fin, el viaje continuó entre mates, risas y la playlist de Enzo que parecía tener dos canciones nada más

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En fin, el viaje continuó entre mates, risas y la playlist de Enzo que parecía tener dos canciones nada más.

Cuando llegamos al lugar, pude darme cuenta de que estábamos entrando en algo parecido a un bosque, donde una vez ahí pude identificar que había una gran casa muy antigua pero a la vez muy moderna, una convinacion de ambas. Pero la realidad era que esto para nada era una cabaña sino que era una casa enorme en el medio del bosque, muy distinto a lo que yo me imaginaba.

-Ya llegó mi favorita- gritó el Cuti mientras me abrazaba y daba vueltas por el aire.

-Te extrañe mucho- le dije- pero no le digas a Enzo.

Asintió e hizo una seña como sellando sus labios prometiéndolo. 

-ENZO JAZ ME EXT...-

-CALLATE TRAIDOR- le grité y estalló en risas.

-Por fin llegaron, faltaban ustedes nada más- comentó Rodri saludándonos a todos con una gran sonrisa.
Era obvio que él había tenido la idea de este viaje.

Cada uno se encargó de las valijas excepto yo porque Enzo me insistió diciendo que él podía llevar todo, lo cual era imposible, pero era el ser más porfiado del planeta entonces iba a llevar el equipaje de todas formas.

-Para bro, es para allá la casa- le dijo Licha mirándolo extrañado.

-Ah si.. un pequeño cambio de planes, con Jaz nos vamos a quedar en la otra casita de al lado- dijo y ahora si todos voltearon para mirarlo.

Al instante y odiándome por dentro sentí como las mejillas seguramente se estaban tornando de un color rojizo.

-Ah bueeeeeno- comentó el Cuti- los nenes quieren tener privacidad a la noche.

-Dejalos envidioso- comentó mi mejor amiga apareciendo del otro lado- Vayan tranquilos chicos.

-Si vayan, vayan, traidores- habló Ota haciendo un gesto con la mano fingiendo estar ofendido- Ya van a volver.

-Anda bobo- comentó Enzo y finalmente nos dirigimos directamente a la pequeña casita del costado que Enzo había nombrado anteriormente.

Apenas abrió la puerta pude visualizar que la casita no era tan chiquita como los chicos decían o por lo menos podía pensar que estaba muy bien para nosotros dos.

Era muy espaciosa y cómoda para ambos, también estaba decorada con unas lucesitas por casi todos lados y una de las cosas que más me llamo la atención fue la gran chimenea ubicada a un costado del lugar, entre muchas otras cosas.

Enamorada de todo.

-Te gusta?- susurró Enzo posando su cabeza en mi hombro mientras sentía como me abrazaba por la espalda.

-Me encanta- le respondí todavía admirando el lugar y me volví hacia él con una sonrisa- Es perfecto.

A Kilómetros- Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora