Capiulo 5

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-No, adelante, pasen- habló mi compañero para mi sorpresa.

Enzo del otro lado pasó con una sonrisa plasmada en su rostro mientras que iba acompañado de Julián Alvarez y otros chicos. Dios mío.

Los ex River se sentaron en una mesa no tan lejos de donde estaba yo en mi puesto y Enzo continuó mirándome sin importarle quien tenía alrededor, me estaba poniendo nerviosa ya.

Lucas se encargó de tomarles el pedido y observé de reojo como Julián tuvo que codearle a Enzo para que preste atención a mi amigo quien todavia estaba esperando.

Una vez decidido, el rubio vino a paso ligero hasta el mostrador y se acercó a mí lo más posible para hablar y que nadie lo escuche.

-Jaz- me susurró Lucas apenas estuvo a mi lado- Estoy loco o son Enzo Fernández y Julián Alvarez?

-Si, son..- hablé bajito haciendo lo más normal posible mientras tomaba el pedido y lo pasaba para la cocina.

-Te conocen? Se conocen?- cuestionó en el mismo tono que yo un poco más exaltado- Dios no lo puedo creer, quedara mal si les pido una foto? A ver acomodame el pelo.

-Banca- rei- esperemos que dejen de comer y después se la pedís- hablé y calmándose un poco más, me termino dando la razón.

Reí ante esto porque nunca había visto así a Lucas, por lo general es bastante tranquilo pero esta vez estaba totalmente ido aunque era entendible. Lo que no era entendible era porqué Enzo y Julián estaban acá, una cafetería muy básica de barrio para gente normal y ellos no estaban dentro de ese grupo.

Solamente esperaba que no sea una de esas jugadas de Enzo Fernández porque sino me iba a poner muy de mal humor.

Yo seguí con mi trabajo normal y Lucas estaba a mi lado esperando ansioso a que los clientes lo llamen nuevamente. Le di un codazo porque ya estaba haciendo demasiado obvio mientras recibía quejas de su parte.

-Ya están por terminar de comer así que veni que te acomodo un poco el pelo- hablé tirándole de la remera mientras yo todavía estaba sentada en una banqueta alta. Él se acercó a mi quedando mas alto que yo incluso, y puso sus manos en sus bolsillos.

Corrí apenas unos mechones rubios para el costado acomodándole los rulos, mientras que peinaba un poco con mis dedos esa melena rubia, obviamente intentando hacer mi mejor trabajo. Tenia el pelo hermoso que resaltaban mucho esos ojazos que tenía. Realmente nunca me había fijado tanto en el.

-Para bobo quédate quieto..- reí porque movía tanto los pies que me ponía nerviosa, el río conmigo.

-Interrumpo algo?- los dos nos dimos vuelta al instante para encontrarnos a Enzo apoyado en el mostrador expectante de esa situación. Lucas por inercia se separó un poco de mí y yo corrí la mirada para enfocarme en la persona que se encontraba del otro lado.

-No, que necesitas?- hablé tratando de sonar lo más amable posible.

-Azúcar- dijo alzando los hombros como si fuera obvio.

-Enzo, hay allá en tu mesa..-

-No, no hay más-habló el morocho enseguida- me podrías traer un par?- esta vez se dirigió a mi compañero de trabajo.

-Ya te traigo- mi amigo sin pensarlo dos veces se dirigió a la cocina a paso ligero dejándonos, para mi desgracia, a nosotros dos.

-Como estás, Jaz? Mejor que anoche?- habló el de ojos marrones casi penetrandome con la mirada.

-Si- me acerque un poco y continue- te quería pedir perdón por lo de tus zapatillas. Posta nunca tomo tanto pero esta vez me re pasé y...- hablé mostrando una mueca de disgusto.

-Tranqui, esta todo bien, no me enoje ni nada parecido- habló mostrando una sonrisa y por dentro sentí un alivio enorme.

-Ah, otra cosa- hablé- sin querer me lleve tu campera gris, si la queres ir a buscar al departamento después anda.

-Te la regalo.

-No la quiero- respondí desafiante.

Bufó pero volvió a hablar- Hagamos una cosa, termino acá con los chicos y te llevo para tu casa y de paso me das la campera, te parece?- habló como si fuese una especie de trato.

Dios, no me hagas esto.

-Ahora te dedicas a ser taxista?- pregunté al instante sin pensarlo.

-Si es por vos, me recorro todo Buenos Aires- mostró una sonrisa y rodee los ojos.- Na pero posta, déjame llevarte esta vez y no te molesto mas.

Miré para la calle y pude ver que estaba totalmente oscuro y la noche se hacía presente cada vez más rápido. De alguna forma me convenía porque había venido caminando hasta acá.

-Enzo- hablé y rápidamente su mirada chocó con la mía y pude ver un brillo en sus ojos- Antes de cerrar, te podes sacar una foto con Lucas? Los sigue a ustedes dos desde que están en River y me harías un re favor.

Asintió- Es tu novio?- pude ver como ahora su cara poco a poco se transformaba y el brillo en sus ojos desaparecía.

-Aca está- habló Lucas apareciendo para sacarme de esa situación incómoda. Gracias por tanto.

Enzo tomó los paquetitos de azúcar y dándose media vuelta volvió a su mesa.
Lucas me miró extrañado, esperando que dijera algo.

-Bueno rey- hablé mirándolo- te conseguí la foto. Deja ni me agradezcas.

Lucas abrió los ojos como platos y una gran sonrisa se formaba en su rostro. Sin pensarlo dos veces me abrazó dándome un beso en el costado de la cabeza y sonreí  en su hombro ante esto.

Mientras tanto, la única mesa ocupada del lugar estaba expectante ante el mini show de mi amigo, sobre todo una persona en específico quien lo fulminaba con la mirada.

A Kilómetros- Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora