Con Enzo terminamos dejando el bote a un lado para después volver a la cabaña porque ya se estaba haciendo de noche y la verdad, daba miedo el bosque a esa hora.
Llegamos a la cabaña casi pegados porque el frío había empezado a sentirse y ninguno se había rescatado de agarrar buzos para llevar. Tal para cual.
Cuando los chicos nos vieron pude darme cuenta de que giraron al instante cortando la conversación que venían teniendo pero sonrieron al instante cuando nos vieron caminando de la mano.
Julián fue el primero que se levantó y se acercó a mi susurrándome en el oído- ¿Entonces dijiste que si?
Yo sonríe y asentí lentamente y mi mejor amigo no pudo contener la emoción.
-DIJO QUE SI GENTE- gritó y todos estallaron gritando cosas que apenas se entendían y otros silbaron revoleando lo que tenían a mano.
-Por fin- gritó mi amiga alzando las manos al cielo.
-ESE ES MI POLLO- escuche que gritaba Emi tirándonos un beso.
-Los amo demasiado- dijo Rodri secándose las lagrimas falsas.
-Que exagerados que son- respondí rodando los ojos pero aún así no podía ocultar la felicidad que cargaba en ese momento. Era obvio que ellos sabían todo.
Cuando ya todos se calmaron, decidimos que era tiempo de hacer la valija ya que lamentablemente esta noche partíamos otra vez para Capital y no había nada más triste, pero cada uno tenía que volver a lo suyo: ellos tenían que volver a los entrenamientos y yo a trabajar. La felicidad duraba poco.
-Amor- habló Enzo y pude ver su reflejo en el espejo del baño. Recién habíamos terminado de ordenar nuestra cabaña y las valijas estaban listas, por lo visto no nos olvidábamos nada.
Lo miré a través del espejo prestándole atención y se acercó a mi abrazandome por la espalda.
-Cuando lleguemos a casa, te prometo que vamos a ir a cenar o hacer algo más lindo, si?- habló dejando un beso detrás de mi oreja.
-Sabes que no hace falta..- dije dejando leves mimos en sus manos.
-Quiero que tengamos nuestra no-primera cita, si vos aceptas..
Solté una risita ante esto último- Obvio que acepto, acepto todo.
-Epa, todo todo?- dijo y rodeé los ojos mientras a él se le formaba una sonrisa.
Una vez que todo listo, horas más tardes nos estábamos dirigiendo a la ciudad otra vez. Ame esas mini vacaciones y estar en ese lugar pero sabía que muy por dentro ansiaba por llegar a casa de nuevo y acostarme en mi cama.
El camino fue silencioso, la mano de Enzo sobre mi pierna no faltó dándome mimos a cada ratito y su playlist de dos canciones tampoco faltó, esa nunca iba a faltar.
-Amor, llegamos- escuche que dijo en un susurro contra mi oído y traté de recomponerme en mi lugar pero el sueño me invadía completamente.
-Ya? En que momento?- hablé soltando un bostezo.
-Te dormiste bonita- respondió- queres que te lleve hasta arriba?
-Como un bebé?- dije casi completamente dormida.
Él no respondió pero cuando escuché el ruido de la puerta pude darme cuenta de que se había bajado del auto, rodeándolo para alcanzar la mía. Cuando la abrió enseguida me invadió el frío, pero me cubrió al instante con sus brazos tomándome sutilmente de las piernas y espalda y sin esperar más sentí que comenzó a caminar directo al departamento.
Al otro día me desperté por el ruido de la alarma. Cuando pude abrir los ojos me asusté al ver que estaba en mi cama. Traté de buscar a Enzo, por costumbre, pero era claro que no estaba ahí.
Una vez que pude recuperar la conciencia me di cuenta que seguramente él me había dejado acá y no se había molestado en despertarme. Miré para abajo y estaba tapada con una campera de él y una de mis mantas.Sonreí ante esto. Dios mío, que hermoso que es.
Traté de levantarme con todas las fuerzas del mundo y pude ver que tenía una notita en la mesita de luz.
"Mi novia es hermosa hasta dormida. Te quiero, descansa"
Rodeé los ojos pero me hundí en la cama otra vez con una sonrisa plasmada, a esta altura ya me estaba pareciendo a una adolescente enamorada.
Pero como dije antes, no era todo color de rosas ya que esa misma tarde me encontraba dirigiéndome al trabajo como cada semana.
Que alegría atender gente. Dijo nunca nadie. Era cierto que necesitaba otro trabajo.
Como siempre esperaba encontrarme a Lucas del otro lado y así fue, ahí estaba para mi sorpresa sonriéndole al celular y de buen humor. Esto es nuevo, pensé.
-Buenas- dije soltando mi bolso en el perchero del lugar.
-Hola Jaz, cómo estás?- dijo con tanta buena onda que me sorprendí al escucharlo. Por ahí había escuchado mal.
-Bien... y vos?- dije algo dudosa.
-Bien, todo tranquilo- respondió poniéndose su delantal- Podemos hablar después?
Lo miré extrañada y él se quedo esperando una respuesta así que finalmente asentí.
¿Y ahora qué? Capaz me iba a decir porque estuvo sin hablarme en todo este tiempo, o capaz quería darme una explicación de algo.. no tenía idea.-Para Lucas, pasó algo?- la ansiedad me gano así que le pregunté antes de que se vaya.
-Cuando cerremos hablamos Jaz..- finalizó y se dió media vuelta para seguir su camino.
Y me dejó ahi totalmente sola.
————Holaaaa.
Anduve media desaparecida, pero estoy estudiando y se complica hacer todo al mismo tiempo. Ustedes como van?
Ya estamos llegando al final y me encantó escribir esta fic, me divertí mucho. Espero que a ustedes también les esté gustando💘.
Mañana más capítulos, si o si.
Besito
ESTÁS LEYENDO
A Kilómetros- Enzo Fernández
Romance"A veces hay que irse bien lejos para poder saber cual es el camino correcto." Comenzada 19/01. Capítulos todos los días Finalizada.