Eleven.

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Faltaban solo dos minutos para que resonara la campana de cambio de clases que significaba la libertad para la albina que antes de terminar la cuenta regresiva salió corriendo entre risas con unos globos con helio que se había robado del comedor porque su forma de estrella se le hizo muy bonita, el carmesí apoyado en su Mercedes Benz mirando en su dirección viró los ojos bajo sus lentes oscuros y la mascarilla negra que llevaba para ocultar mejor su identidad. Ya habían pasado dos semanas y media, en esos días continuó trayéndola y devolviéndola por decisión propia pues algunas veces ella se desvelaba preparando los temas de su clase y que condujera cansada sería suicidio, además.. no tenía mucho problema ya con salir de sus cuatro paredes pues no le quedaba nada por leer y tampoco tenía algún lugar para visitar.

—¡Hola! –La más baja aún no sentía tener la confianza suficiente del germano como para llamarlo por su nombre pero tampoco estaban en el inicio de conocerse como para llamarlo señor, así que simplemente atraía su atención diciéndole directamente las cosas– Me robé algunas donas, de seguro iban a tirarlas por sobrantes después del almuerzo así por eso es mejor que me las llevé yo.

—El desgaste físico de tu maratón para salir ya compensó el próximo exceso de azúcar en tu sistema, solo no dejes de Alphonse las vea o estará dando brincos raros durante el resto de la semana. –En un movimiento rápido tomó una de la caja acartonada y le dio un mordisco, el interior era de crema pastelera así que le dio uno más antes de encender el auto y partir para evitar el mugroso tráfico que se hacía a esas horas en la avenida principal de Berlín por la que debían pasar–.

—Mañana es mi día libre, no creí que llegaría viva con tantos temas y exámenes que revisar.. –Agatha se dejó caer en el asiento cerrando los ojos, quitándose los lentes para rascar superficialmente y con cuidado su nariz que ya estaba casi recuperada del horrendo golpe que se dio por apurada, apenas hace tres días el de esvástica decidió confesar entre dientes la razón de su ira esa vez, había discutido con su hijo por culpa de una pelea con América, ella también quiso golpear al de estrellas cuando se enteró que fue por un comentario malintencionado de este–.

—Te ahogas solo con cien papeles del mismo tema, yo debía manejarme y memorizar el triple con todos los movimientos y posibles cambios de cada operación –El de chaqueta de cuero detuvo sus palabras en el aire antes de concluirlas, se suponía que tenía prohibido hablar sobre eso... además de que a nadie le gustaba recordarlo, el territorio que una vez le perteneció intentaba enterrar todas sus grandes hazañas militares–.

—..Está bien, puedes hablarme sobre eso, ¿Olvidas acaso que soy maestra de historia? –La más baja lo miró tranquila y comprendiendo la razón por la que se había interrumpido a si mismo, la guerra para ella era un tema delicado pero si una anécdota militar se narraba con el fin de explicar y no de glorificar las muertes, entonces no tenía problema alguno con oírla atentamente–.

Dritte relajó sus manos tensas en el volante, dejando de apretar la mandíbula y terminando el dolor que esta acción le provocaba en los colmillos, tomándose un momento antes de comenzar a explicar en tono relajado a su modo el proceso complejo que se trataba el crear operaciones militares según su objetivo y si esta sería llevada a cabo por la Wehrmacht, la Luftwaffe o la Kriegmarine que tenía a su cargo también a la U-bootwaffe.

La contraria memorizó cada palabra emitida por el carmesí que poco a poco liberó su antigua emoción por el tema que tanto había retenido esas décadas tras su estrepitosa y atroz derrota a mano de los "Aliados" en la que no quiso pensar más para evitar amargarse el día. Cuando aparcaron en el lugar dele estacionamiento que le pertenecía al auto bajaron de este con calma para caminar hacia el elevador ignorando a cualquier otro organismo vivo que se cruzaran en su recorrido para evitar más chismes baratos; "La loca del último nivel es una fascista", "La oveja negra con cabello blanco se junta con la encarnación del mal", "La mujer extraña del 15-D está involucrada en cosas peligrosas" y la única razón por la que no llegaba una orden de abandonar su departamento era la misma de la que inventaban cosas, temían del ex fascista y que este hiciese algo si realmente la de ojos cafés tenía que ver algo con él.

Las puertas del elevador se abrieron en su nivel correspondiente dejando ver primero el departamento del azabache que se dispuso a abrir la puerta para saludar a su perro y entrar para darse una ducha.

—Eh... ¿Quisieras.. tal vez almorzar en mi casa?, tengo Schweinebraten para calentar en el horno.. –La de piel pálida se decidió a hablar antes de que el más alto entrará, logrando atraer su atención dando un asentimiento silencioso para luego volver a cerrar la puerta esta vez con el braco acompañándolos–.

Él a veces almorzaba con la menor, a quien comenzó a gustarle sentirse acompañada y que disfrutaran de la comida que preparaba siguiendo recetas nuevas para experimentar un poco, otras pocas ocasiones solo se dedicaban a arreglar la gran cantidad de plantas que tenía ahora en la terraza.. le tomó poco notar que al de esvástica lo ponía sumamente incómodo la altura así que ella se encargaba de mover las macetas al centro de la sala para que pudieran quitar las hojas malas o trasplantarlas si era necesario, se estaba acostumbrando a su presencia algo silenciosa pero siempre observadora.

RUBRUM (T.R × Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora