Cap 33: Vuelos

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Llegamos a la casa de Juli y lo primero que hicimos fue ir a bañarnos y dormir unas cuantas horas. Cuando me desperté estaba solo en la cama y bajé a la cocina y ahí estaba ella tan linda tomando unos mates mientras hablaba por el celular.

-Hola si, si, nono , lo más antes posible- decía ella al telefono un poco estresada.

Yo me acerque y la abracé de atrás dejándole besos en sus hombros y mejilla.

-Dale genial, gracias chau- se despidió de la persona del teléfono, que supongo debe ser de la mudanza.

-Hola mí amor- me saludó dándose vuelta y mirándome a los ojos.

-Hola princesa hermosa- yo la saludé está vez, me acerque a sus labios que tanto me encantaban y los besé suavemente llevándome uno entre mis dientes.

-Con quien hablabas ? - le pregunté acariciandole el pelo.

-Estoy arreglando las cosas para la mudanza, tengo que llevarme toda la ropa y algunas cosas de España - me contó y yo asenti.

-Vas a llevar ropa sola o algo más? - le pregunté curioso.

-Me quiero llevar la ropa, pero también cosas mías como la planchita, secador maquillajes, algunas fotos y mí caja de recuerdos - me dijo.

-Caja de recuerdos?- le pregunté curioso

-Si, tengo todo ahí desde los nacimientos de mis sobrinos, cosas de chiquita, recuerdos de mamá y papá y tambien algunas cosas tuyas - me dijo tranquila hasta la última oración que la dijo avergonzada.

-Algunas cosas mías?- le pregunté divertido.

-Tengo una gorra, la entrada del cine cuando fuimos a ver iron Man, una notita que me diste y algunas cosas más- me confesó mirando al piso.

Está mujer es lo mejor que me pudo haber pasado y me arrepiento de no hacerlo descubierto antes.

-Enserio tenés todo eso? sos una cursi- le dije bromeando y ella sonrió.

-Si amor obviamente voy a guardar eso, siempre estuve enamorada de vos y hasta cuándo te tiraban un pedo me parecías más lindo- me contó mientras yo me reía.

Pasamos la tarde, armando valijas y eligiendo que íbamos a llevar y que no a Portugal, arreglamos el vuelo para mañana a la mañana con rumbo a España.

En la noche pedimos unas pizzas y nos acostamos en el sillón a ver películas románticas mientras yo me dormía en medio de ellas.

El vuelo lo arribamos a las 8 de la mañana, yo llevaba mí maleta de Ibiza y Julieta llevaba una maleta grande y una chica más su mochila, osea iba bien cargada y no me quiero imaginar cómo llegariamos a Portugal.

El vuelo estuvo calmado pero cansador, queríamos llegar y no viajar más porque las ansias nos consumían. Luego de unas interminables horas llegamos a territorio español y nos dirigimos a la casa de Juli nuevamente.

-Que agotador viajar en avión por dios- se quejó ella dejando las llaves en la mesa y tirándose en el sofá. Yo la miraba riéndome de ella hasta que estiró su brazo y me tiró con ella al sillón.

-No falta casi nada amor, solo queda un vuelo más - la rubia me dijo abrazándome.

-Si bebe ya casi llegamos a nuestra casa- le dije familiarizandome con la palabra " nuestra".

-Nuestra casa, es hermoso decirlo - confesó ella sonriendome.

(...)

Háganme acordar nunca tener bebes en un avión, si hay algo peor que un bebé llorado en un avión cuando no dormiste nada y querés por lo menos descansar un poco, no me lo digan porque no quiero experimentarlo.

Prohibido [Nicolas Otamendi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora