Prohibido [Nicolas Otamendi]

Cap 41: Desición

-Que bronca loco, cómo vamos a perder con Arsenal - me dijo por tercera vez enojado Nico- Entendés que es ARSENAL, quien carajo conoce a Arsenal ? me quiero morir- se quejaba enojado.

-Bueno amor tranqui, fue un mal partido pero ya van a ganar tené fe- le dije pasándole un mate desde el sillón, ricien había terminado el partido River Arsenal y por desgracia y mal juego River perdió 2-1 contra el rival.

-Fé tengo siempre con River pero ya cansa que no sepan parar una pelota - me dijo caliente tomando su mate, yo me acerque a su lado y me recosté en su hombro acariciando su mano para que esté tranquilo.

Nico miraba todos los partidos de River cuando tenía tiempo y como a mí me gustaba ver fútbol y pasar tiempo con el siempre lo acompañaba. Últimamente estuvimos bastante tiempo juntos como si no pudiéramos separarnos ni para cagar, era raro porque nunca nos había pasado tan así pero lindo a la vez porque me encantaba que Nico sean tan pegote conmigo.

El celular de Nico sonó y el atendió, era enzo, ni se saludaron empezaron a putear a todos los jugadores y dar su punto de vista del juego con puteadas en el medio obviamente, así que me levanté del sillón a la cocina porque esto iba para rato y tenía hambre. Mí aburrimiento me llevó a hacer unos muffins de vainilla con chocolate mientras escuchaba música y cada tanto una puteada de parte de Nico.

Ya pasó una semana desde la charla que tuvimos con Nico sobre el tema de los bebés y mí cabeza no paró de maquinar sobre eso. Tenía miedo de no estar capacitada la verdad, pero verlo a Nico e imaginarme un mini él corriendo por toda la casa me ilusionaba mucho. También hablé obviamente con las chicas y ellas me aconsejaron como madres que " era lo mejor que podía hacer porque es una experiencia unica y no iba a saber si estaba preparada para ser madres hasta que tuviese ese bebé en brazos", eso me hizo pensar mucho, yo siempre cuidé a mis sobrinos ricien nacidos y un poco más grandes y nunca se me dificultó la tarea para ser sincera teniendo en cuenta que yo amo a los bebés.
También estuve pensando en Nico con un bebé en brazos y mí cuerpo se murió de ternura de solo imaginarlo, quería cumplir su sueño a toda costa y entendía su insistencia en este momento por la edad en la que está y el momento en el que estamos como parejas nosotros.

Con respecto al trabajo estoy súper ilusionada, tuve mí primera pasarela con mis diseños propios hace tres días y se viene una nueva dentro de poco. Ana se volvió muy cercana ya que estamos todo el día en contacto por chisme o por cosas del trabajo. También los compañeros son súper copados y algunos hablan español aunque también estoy practicando portugués porque desde la semana pasado estoy en clases online para poder hablarlo fluido.

El sonido del horno me sacó de todos mis pensamientos, los muffins estaban listos así que los saque y los deje enfriar encima de la mesada y me acerque a Nico para preguntarle si quería un café o iba a seguir con el mate. Estaba en la misma posición de antes pero hablando por teléfono y gesticulando mucho con sus manos.

-Mi amor hice muffins querés un café para acompañar o seguimos con el mate ? - le pregunté bajito acercandome a el para que me escuché, cuando me vió sacó el teléfono de su oreja y me miró atento.

-Que ricooo, seguimos con los mates gorda,  ahora pongo el agua - me dijo dejando un beso en mí frente y parandose del sillón siendo arrebato por mí poniendo su celular en mí oreja.

-Que te pasa a vo' con mí marido eh? dejalo en paz - le dije al teléfono , Enzo del otro lado se rió.

-Que te pasa a vo' rubia teñida? Es mí marido - me respondió, Nico a todos ésto estaba en la cocina calentando el agua tranquilo.

-Ya vamo a ver chino - le dije, me levanté del sillón puse la llamada en alta voz y me dirigí a Nico- O no que vos sos mí marido? decile a este desubicado que está mintiendo- le dije a Nico apuntandolo con el celular para que hable, el se cago de risa y habló.

-Mi única mujer es Julieta Gomez wacho atrevido - dijo fuerte y claro al micrófono del celular y se escuchó la risa de Enzo del otro lado.

-Asi quedamos eh, después no vengas a llamarme cuando pierda River y quieras putear juntos eh, corto gancho corto fierro que te vayas al infierno gil- le contestó Enzo muy serio y mí risa se escuchó por toda la cocina.

-Pareces mí abuela Tita ya, nos vemos enzito me voy a tomar unos mates con mí jermu- se despidió Nico cortando la llamada.

-Asi que soy tu jermu? - le pregunté divertida todavía siendo abrazada por el.

-Olvidate vos sos mí mujer de acá hasta que me muera- me respondió dandome un beso corto en los labios.

-Vamos a comer dale - le dije soltandome de el y dirigiendome al sillón para poner una peli acompañada de la merienda.

"Donde están las rubias? " se reproducía en la tele y nuestras risas se escuchaban por toda la sala, pero mí mente seguía divagando en un otra cosa.

-Es igual a Camila de gh y la hermana culiada- me dijo Nico riendo.

-Sisi mal - le contesté distraida.

Mí mente solo buscaba la forma de decirle a Nico que ya estaba lista para buscar un bebé, pero las palabras no parecían perfectas y quería que lo sepa pero mí boca no modulaba palabras.

-Quiero un bebé - mí boca soltó esas palabras de la nada sin mí permiso, el cuello de Nico se quebró hacia mí y quedó perplejo mirándome.

-Eh? - preguntó sin entender, yo negué con la cabeza restando importancia,        " mira si ya se arrepintió" pensé

-Nada nada - dije intentando salir de esta situación.

-Nada no, me dijiste que queres un bebé, es posta? -me preguntó pausando la peli y mirandome a los ojos, el pánico se hizo presenté en mí cuerpo y no podía mentir en este momento tan importante.

-Si, estuve pensando mucho todo esta semana y si no lo hacemos ahora capaz después ya sea tarde- dije súper nerviosa esperando una respuesta, la manos grandes de Nico me tomaron la cara y acercó nuestros rostros.

-Vamos a buscar un bebé? - me preguntó contesto y yo asenti sonriente.

-Estas preparado para no dormir nunca más? - le pregunté riendo, no me respondió porque estaba ocupado besándome feliz.

Los nervios que tenía se esfumaron al instante cuando Nico me tranquilizó con sus besos y entendí que no podía haber un momento perfecto para ésto y lo estábamos viviendo ahora.