Innocent's {Jamie Dornan}

Capitulo Siete

___ termino de vestirse y bajo al comedor en donde Mía ya desayunaba. Busco a Jamie con la mirada, pero no lo encontró. ¿Dónde estaba? se pregunto ___. ¿Acaso se estaba escondiendo de ella? se pregunto. Lo más probable y ella sabia porque. De seguro se siente avergonzado de lo que iba a suceder si Mía no interrumpía. ¿Por qué se avergonzaba? El quería también. Jamie la había desnudado y la había besado con pasión. Además de lo desesperado que se veía, ¿Qué paso? Eso era lo que ___ no entendía. Siempre que pasaba algo entre ellos, el la trataba fríamente o decía que era un error lo que paso. Ya se estaba empezando a cansar de eso.

—Buenos días—sonrió besando la mejilla de Mía.

—Buenos días—sonrió Mía aun tensa. Ayer casi no había podido dormir pensando en todo lo que había pasado. Había estado a punto de acostarse con Justin. El hombre que ama, pero que es novio de su mejor amiga. Y por si fuera poco, lo había dejado confundido y desnudo sin dar explicaciones. Miro a ___ desayunar y negó. No tenia caso decirle lo que estuvo a punto de pasar. No era importante, bueno si lo era, pero se había prometido ignorar a Justin lo más posible. Ya no quería nada con él, no debía tener nada con él.

— ¿Y tu hermano?—pregunto ___ fingiendo desinterés aunque moría por saber donde estaba Jamie. Ambos debían hablar, o bueno terminar lo que iba a pasar ayer. Había dormido caliente y apenas podía cerrar los ojos. Cada vez que los cerraba, imaginaba los labios de Jamie en su cuerpo. Imaginaba como estos recorrían su cuerpo y como este la tocaba justamente ahí. ___ Bufo, ya estaba excitada de nuevo.

—Se fue temprano—dijo Mía— ¿Iras a la uní?—pregunto.

—No, tengo el día libre y pensé en buscar un apartamentito—dijo y Mía la miro.

— ¿Te irás?—pregunto y ___ la miro.

—No me gusta ser estorbo de nadie Mía, tampoco depender de los demás, lo sabes—dijo.

—Pero no molestas aquí—dijo Mía—A mi hermano tampoco le molestas—dijo y ___ oculto una sonrisa. ¿Qué le iba a molestar si la deseaba? ___ sabia eso, el la deseaba tanto como ella a él. Su mirada mientras la veía desnuda, era oscura, llena de puro deseo.

—No lo sé—dijo ___—Por cierto ¿Cómo te fue con Justin? Lo llame esta mañana y me dijo que estaba ocupado y colgó—dijo y Mía se tenso— ¿Paso algo?—pregunto ___. Ella no mentía, Justin le dijo que no podía hablar ahora y se notaba enfadado. ¿Por qué? No le dijo, simplemente dijo que luego hablarían.

—No, nada—sonrió Mía y ___ alzo una ceja— ¿te acuerdas aquella vez en el bar?—___ asintió—Pues sin querer lo bese y ayer le pedí disculpas por eso—dijo y __ rio.

—Aquel día, todos estábamos fuera de sí—rio. Habían fumado un poco de hierba y se habían comportados como animales. Por ejemplo, ___ y Mía estaban hasta el tope y se habían puesto a bailar en una mesa mientras se tocaban por encima. El efecto de la hierba. –Pero no te preocupes, solo fue un beso—dijo y Mía asintió— ¿Verdad?—pregunto.

—Claro—dijo Mía y ___ asintió.

—Fue como los besos que nos dimos—rio ___ y Mía asintió.

—Espero que no tengas problemas con Justin por mi culpa—dijo y ___ negó.

—Claro que no, nos amamos mucho para estar separados—dijo malévolamente y Mía hizo una mueca de dolor. Le dolía saber que su amiga si amaba a Justin y el era un imbécil que le pegaba los cuernos. –Debo irme si quiero coger el autobús—dijo poniéndose de pie—Te veo luego—dijo besando la mejilla de esta y cogió su mochila saliendo del apartamento. Luego de comunicarle a Taylor que ella iría a la parada de autobús, este no muy seguro la dejo ir.  Cogió el autobús que la dejaba en el hospital y subió a la habitación de su hermana. Hace dos semanas que no venia. Abrió suavemente la puerta y se encogió al ver a su hermana igual. Ningún cambio, ningún movimiento, estaba igual. ___ suspiro tratando de no llorar, pero era imposible. A pesar de todo era su hermana, la que siempre vio como héroe por lo hermosa que era. Jalo la silla de al lado de la cama y abrió su mochila. –Hola Leila —sonrió con lagrimas en los ojos y su hermana abrió los ojos viéndola. Eso era lo único que podía hacer. Mirar las personas, ningún movimiento.  — ¿Cómo estás? Yo estoy muy bien—sonrió sacando el maquillaje—Siento no haber venido antes, pero estaba preparando terreno para nuestro plan ¿Te acuerdas que te conté sobre mi plan?—pregunto echándole polvo en la cara y su hermana cerró los ojos dejándose maquillar. —Te conté que iba hacerme amiga de Mía y que iba hacer todo lo posible por conocer al idiota que te dejo en este estado—dijo cogiendo la sombra y empezó a pintarle los ojos. Quería que se viera hermosa a pesar de estar así. —Pues lo conocí y debo admitir que tenias razón, no se compara con los recortes del periódico—dijo pintándole el otro ojo—Es más hermoso en persona—dijo. — ¿Sabes? Al parecer la suerte esta de mi lado porque Grace y su esposo tuvieron que viajar y nos dejaron a cargo de él—dijo y su hermana abrió los ojos mirándola confundida—Ya sabes, le mentí a Grace diciéndole que me pelee con mama y me dejo quedarme con ellos—sonrió y su hermana volvió a cerrar los ojos— ¿Sabes? le gusto—Leila abrió los ojos mirándola—Su mirada estuvo en mi en toda la cena en casa de Grace y cuando llegamos a la suya, no dejo de mirar mi movimientos—dijo guardando la sombra y saco el alineador—Tenias razón, su Penh house es hermoso, además de los cuadros, una verdadera arte—sonrió ___—Aunque no me gusto el de una chica de ojos verdes—Leila abrió los ojos—Hey, ciérralos—dijo y Leila parpadeo dos veces—¿Tu sabes quién es esa chica?—le pregunto y Leila parpadeo dos veces afirmando. Si parpadeaba una vez, era no y si parpadeaba dos veces, era que sí. –Se llama Anastasia, creo—dijo ___—El caso es que espere que él estuviera abajo y entre a la habitación roja—Leila abrió los ojos bien grandes—Era como la imagine—dijo—Aunque luego me descubrió y me grito sacándome de ahí—bufo sacando la máscara de pestañas y la paso por las pestañas de esta haciendo que se vieran más largas. –Y ayer, por fin se rindió y me beso—dijo ___—No sabes Leila, el beso mi cuerpo con ternura, con pasión—suspiro recordando los labios de Jamie en su cuerpo. —Sus ojos querían comerme y estábamos listos para follar, pero llego la estúpida de Mía arruinando todo—bufo echándole colorete en las mejillas. –Pero créeme, no me he olvidado de la promesa que te hice—dijo sacando el labial rojo, el favorito de su hermana. –Te prometí que iba a llevarlo al vacio y lo hare—dijo pintándole los labios—Voy hacer que Jamie recuerde su pasado, que sufra y que toque fondo—sonrió—Voy hacer que se arrepienta de usar a las mujeres como un perro, le voy a demostrar que no somos un juguete—dijo guardando el maquillaje—Le voy a enseñar que nunca debió botarte y tratarte como basura—dijo apretando la mano de su hermana.