Innocent's {Jamie Dornan}

Capítulo Veintisiete

—Señor—Jamie miró a su secretaria. — ¿Se le ofrece algo?—preguntó y Jamie suspiró. Si él pudiera decir lo que quería justo en este momento, dejaría a todos sorprendidos. El quería a ___ en este momento. Tan loco como suene, quería tenerla a su lado al menos para verla, pero sabía que eso no se podía. Ni se podía ni debía pasar. Lo que tenía con ___ había acabado. No por su culpa, sino por la de ella. Ella fue la que mezclo sexo con sentimientos y no podía hacer nada. Muy en el fondo de su corazón, Jamie sentía algo por ___, pero no lo admitiría porque eso sería romper una regla de las que se prometió a no volver a romper. Así que debía pasar la página. La chica si era buena en el sexo, también era apasionada algo que le gustaba, pero ya todo había acabado. Ella seguiría por su camino y el por el suyo. Lo único que Jamie se lamentaba era no haber podido disfrutar más de ella. Apenas llevaban un mes de todo y ya había acabado. Pero había hecho bien, hizo bien en ponerle alto ahora antes de que fuera demasiado tarde. Si no lo hubiera parado ahora, ___ pudiera haber confundido las cosas y luego sería peor. No podía correr el riesgo de eso. Pero lo que ahora le preocupaba era ___. Esta podría ir a la policía a denunciarlo por violarla cosa que no era verdad, pero que podía probar por el contrato y las marcas de las sogas que aun tenía en las manos. Se maldijo al no haber sido precavido con eso. No debió marcarla aun a pesar de que esta misma le pedía que la marcara. Debió controlarle, pero no pudo y ahora debía pagar las consecuencias. Si ___ había ido a la policía, debía enfrentar a la ley como debe. Después de todo, tuvo sexo con ___ sabiendo que era menor de edad, así que si o si debía aceptar sus responsabilidades. Aunque muy en el fondo él sabía que ___ no sería capaz de eso. Ella no era de esas chicas rencorosa, ella le prometió que no iba a decirle nada a nadie de lo de ellos. Pero ahora que ella estaba dolida, no sabía si creer en su palabra. Suspiró negando, debía dejar de pensar en ___. Ya bastante lo había hecho toda la semana, no debía seguir preocupándose por ella. Ella estaba bien, sino lo estuviera Mía no estuviera tan tranquila y él ya se hubiera enterado por si pasara algo. Miró el teléfono y estuvo tentando a llamar al departamento de esta. A pesar de que esta le entrego las llaves, el sabia que ella estaba ahí. El conserje se lo dijo. Bufo cogiendo el teléfono y marco a la recepción del condominio. Solo quería saber que todo estuviera en orden.

—Buenos días, condominio Paradise, ¿Qué puedo hacer por usted?—preguntó el encargado del condominio.

—Soy Jamie Dornan, dueño del último piso—dijo Jamie. –Quería saber si todo estaba bien con mi inquilina—dijo.

—Oh señor Dornan, un gusto volverlo a escuchar—dijo el encargado. –Con usted quería hablar, pero no se me había dado la oportunidad—dijo y Jamie frunció el ceño.

— ¿Paso algo?—preguntó confundido.

—Si, el mismo día que usted llamo para saber si su inquilina estaba en casa, tiempo después salió con sus maletas—dijo y Jamie se tenso. No podía creerlo. –Me entrego las llaves de emergencia y se fue luego de haber sacado sus cosas—dijo. –Dejo una nota para usted en donde decía que en cuanto pudiera, le pagaría lo que le debía de renta—dijo y Jamie apretó la mandíbula. Ahora sí que está preocupado y molesto. ___ no estaba viviendo en el departamento que le compro. ¿Dónde estaba? Con Mía no estaba porque sino su mamá ya le hubiera dicho, así que solo quedaba una persona. Justin. De seguro estaba con él. Jamie apretó la mandíbula al pensar en ellos y en lo que podrían estar haciendo juntos. Se negaba a pensar en eso.

—Gracias por informarlo, hasta pronto—dijo antes de colgar. Se puso de pie y salió de su oficina rumbo al ascensor. Su secretaria lo miró confundida, pero entendió que su jefe no iba a decirle a donde iba.

—Al condominio Paradise—le dijo a Taylor que asintió. Saco su teléfono y le marco a su hermana.

—Hermanito—sonrió Mía. — ¿Cómo estás?—preguntó mientras salía de la biblioteca de la universidad.