—Mía si iré, no te preocupes—dijo ___ atreves del teléfono. Mía no la dejaba tranquila. La llamaba a cada rato para asegurarse que irá a la cena que Grace preparo para esta noche. Mía le había contado que esa cena era para pedirle una disculpa por el comportamiento de su hijo, Jamie. Se miro las muñecas y bufó. Aun tenía las marcas de las esposas y ni hablar de su espalda. Tenía los latigazos aun marcados y mentiría si no dijera que le dolían. Al ser la primera vez golpeada de esa manera, tienden a marcarse haciéndolo más notorio. Al menos, nadie le ha preguntado porque sus muñecas tenían marcas rojas excepto Justin. El sabia exactamente que paso, así que no tenía que dar explicaciones. A pesar de dolor y las marcas, no podía negar lo bien que se la paso. La piel con picazón por los golpes hacia que el placer fuera más explosivo y vaya que lo fue. Como siempre, Jamie si que sabía como complacerla. No solo por sus embestidas, sino por sus toques. Es como si el supiera sus zonas erróneas y eso le gustaba. El la tocaba de una manera tan erótica que la hacía gemir en cuestión de segundos. Ese era el efecto que Jamie tenía sobre ella. Solo con un toque, la tenía gimiendo y rogando y eso no era bueno. ___ lo sabía y trataba de detenerse, pero era imposible negarse a Jamie. En parte eso le asustaba, pero estaba tranquila. Solo era el placer. Salió de su salón de clases y le marco a Justin. Tenía que saber cómo iba lo del dinero de su hermana. Apenas había reunido la mitad de la suma que piden por operarla. Ya no sabía de dónde sacar dinero y el doctor la estaba apurando. Tenía que darle una respuesta cuanto antes. Ella obviamente iba a aceptar porque era su hermana y eso es lo que siempre ha querido, pero el tiempo se le estaba agotando. Por ahora había usado todos sus ahorros y los de Justin. Además de que había vendido algunas cosas de gran valor que le quedaban. Ya no tenía opciones. Justin le había dicho que iba a hablar con un amigo para ver si le prestaba dinero. ___ no tenía amigos, así que no tenía más ingresos. Hasta se había quedado sin pagar la matrícula de la universidad. No dudaba en que pronto la iban a expulsar antes de los exámenes finales. Debía estar preocupada, pero no lo estaba. Para ella, Leila era más importante y si de verdad esta operación iba a funcionar, quería tener de vuelta a su hermana. No le importaba las consecuencias, solo quería operarla.
—Te llamo dentro de diez minutos—dijo Justin antes de colgar. ___ suspiró negando. De seguro seguía hablando con su amigo que trabajaba en el banco. Rogaba porque este le permitiera el préstamo. Ya habían ido a dos bancos y se lo han negado. Las esperanzas van bajando, pero tenía que ser fuerte. Tenía que conseguir ese dinero para su hermana. Miro el reloj y alzo una ceja al ver que Jamie la llamaba. Tenía que acostumbrarse a sus llamadas ya que había firmado contracto.
— ¿Dónde estás?—preguntó Jamie sentándose en su silla mientras abría un portafolio.
—Hola a ti también, señor Dornan —sonrió ___ y Jamie gruño. Que ella lo llamara señor con esa voz sexy, lo ponía a mil y eso no era bueno porque estaba en la oficina.
—Déjate de juegos y dime donde estas—bufó Jamie y ___ rio.
—Acabo de salir de la universidad, ¿Contento?—bufó ___ y Jamie se recostó de la silla mirando la pared. Los sucesos de la noche anterior aun rondaban por su mente. Por más que tratara de no mirar con otros ojos a ___, no podía. Su actitud lo confundía. Además de que ella no era una sumisa normal. Todo el tiempo le estaba llevando la contraria, no se cogía enserio su papel de sumisa. Tampoco le hacía caso y siempre estaba bromeando respecto a lo dominación y sumisión. Pero no todo era la actitud. También estaba lo bueno y es que ___ se entregaba a todo. No le importaba lo que fuera hacer, ella aceptaba y eso lo volvía loco. Además de que le gustaba que él le pegara. A ningún de sus sumisas anteriores le gustaba. Simplemente se callaban o decían la palabra de seguridad. ___ no era así. A ella le gustaba, incluso le rogaba porque le diera mas. Eso lo confundía mucho y le hacía sentir cosas que alguna vez sintió por Anastasia. Eso no era bueno ni para él, ni para ella. El ya sabía cómo terminaba todo. Así que debía ir lento o poner distancia.
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Innocent's {Jamie Dornan}
RomanceÁmame como lo haces, ámame como lo haces ámame como lo haces, ámame como lo haces, tócame como lo haces tócame como lo haces... ¿Qué estás esperando?