Capítulo Treinta

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—___—dijo Jamie y esta se giró a verlo. Ni siquiera se había dado cuenta que este la estaba llamando. Estaba muy distraída para darse cuenta. — ¿Qué pasa?—preguntó y ___ suspiró. Debía decirle lo que le pasaba. Él tenía que saberlo para así ayudarla.

—No creo que sea buena idea lo de mañana—dijo y Jamie asintió. Sabía que era por eso que ella estaba tan distraída. Desde que le había contado que su madre ya sabía lo de ellos, estaba distraída. Al parecer no le había caído bien la noticia. Y era que ___ no estaba lista para eso. Pensó que Jamie iba a esperar un poco más, pero no. Ya se lo había dicho y sabía que todos lo sabían. Tal vez esa sea la razón de porque Mía no le hablaba y eso le asustaba. No quería que Mía la odiara, tampoco que le dejara de hablar. Pero si Jamie había dado la noticia es porque de verdad quería esto, quería una relación con ella y eso en parte le emocionada. Le emocionaba mucho porque lo amaba. Tal vez debería dejarlo ir y aceptar lo que Jamie le ofrecía. Además estaba la fiesta de beneficencia que habrá mañana. Eso era otra cosa que le ponía nerviosa. Mañana sería presentada a toda la familia y amigos de esta como la novia de Jamie y eso la ponía muy, pero muy nerviosa. Ni siquiera sabía que ponerse y es que debía ir elegante para no opacar a Jamie. Estaba segura que serian la habladuría de todos allá.

— ¿Por qué?—preguntó Jamie y ___ se le acercó ya que este estaba leyendo unos papeles. Se sentó en el escritorio de este y Jamie alzó la vista para verla unos segundos.

—Me preocupa Mía—suspiró ___ y Jamie asintió. A él también le preocupaba la reacción de Mía. Ella era su princesa y ___ su mejor amiga. Estaba seguro que aunque Mía siempre quiso que él encontrara una novia y fuera feliz, no quería que fuera ___. Pero no había otra opción. Ir mañana a la fiesta que organizaron sus padres era lo correcto. Iba a presentar a ___ como su novia porque eso era. Tenía que hacer las cosas bien y ahora que su madre lo sabía, no podía echarse para atrás. Lo que le preocupaba era las reacciones de los demás. Sabía que no se veía bien que un hombre de veintisiete años estuviera con una jovencita de dieciocho. Nunca le ha importado la opinión de los demás, pero esta vez sí porque podrías verse perjudicado. –Hemos estado un poco distanciada estos días y no quiero que las cosas se pongan peor—dijo y Jamie asintió.

—Déjamelo todo a mí, yo sabré solucionarlo—dijo Jamie sin mirarla. ___ sabía que él iba a solucionarlo, lo que le preocupaba era de qué forma. –Es mejor que te vayas yendo, he escogido varios vestidos para que te los pruebes para mañana—dijo y ___ rodó los ojos.

—Esto no es unión ¿Sabes?—preguntó ___ y Jamie la miró con el ceño fruncido. No la estaba entendiendo. –Se supone que vayas conmigo a escoger el mejor vestido, ya sabes como pareja—dijo y este volvió a mirar los papeles.

—Nunca dije que iba a ir de la mano a escoger ropa o ir de compras contigo—dijo Jamie y ___ rodó los ojos cogiendo su bolso. No sabía ni para que le preguntara si ya sabía la respuesta.

—Nos vemos—dijo saliendo de la oficina sin esperar respuesta tampoco es como si hubiera respuesta. Ella conocía a Jamie y sabía que este no iba a decirle nada. Jamie se echó para atrás y pensó en lo que ___ acababa de decirle. Tenía razón, él debía acompañarla a escoger un vestido para mañana o simplemente darle compañía. Ella no le pedía nada, él no se quejaba de eso. Ella nunca le pedía que la llevara aquí o que la buscara, tampoco le pedía dinero, que durmieran juntos ni nada. Simplemente se adaptaba a lo que él le pedía. ___ por su parte se montó en la camioneta con Taylor y le envió un mensaje a Justin preguntándole por su hermana. Apenas ha podido ir a verla debido a que Jamie encargó a Taylor que la transportara a todos lados sin ninguna excepción. Tenía que ir a ver a su hermana pronto, ahora que Leila estaba empezando a hablar y cogiendo terapias para su recuperación tenía que hacer algo. Sabía que tenía que hacer algo respecto a ese asunto. O le decía la verdad a Jamie de quien realmente era ella o volvía a mentir negando su hermana. No sabía qué hacer y las contaste amenazas de su madre no ayudaban. ___ sabía que tarde o temprano iba a perder una de las dos. O perdía a su hermana o perdía a Jamie y aunque su corazón no lo soportaría, preferiría perder a Jamie antes que a Leila, su hermana. Amaba a ese hombre, pero no podía dejar a su hermana a un lado. Sabía que si no pensaba que hacer ahora luego sería demasiado tarde. Suspiró al ver que su hermana estaba bien y que estaba hablando más seguido. Eso era bueno, aun le costaba terminar una palabra, pero algo es algo y poco a poco iba a seguir avanzando. ___ sabía que si, todas sus esperanzas estaban puesto en eso. Ya luego pensaría en algo más concreto para todo esto, pero por el momento había cosas más importantes como por las que preocuparse, la fiesta de beneficencia. Eso es algo que la tenía muy nerviosa demasiado para su gusto. En esa fiesta por fin Jamie la presentaría como su novia, algo muy bueno porque eso le demuestra que él si quiere estar con ella. Que lo de ellos va mas allá del sexo. Aun no dormían juntos, tampoco él se permitía tocar y aun la follaba y luego la dejaba, pero iban poco a poco. Ella no podía quejarse porque de verdad veía el intento en él. Solo era cuestión de tiempo y paciencia, algo que no le quedaba mucho puesto a su hermana. Tenía que pensar una solución cuanto antes. Si Leila seguía por el buen camino, pronto se recuperaría y se la llevaría al apartamento donde vive. Algo tenía que hacer.

Innocent's {Jamie Dornan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora