Capítulo 40

9 2 0
                                    


Taehyung intentó con todas sus fuerzas reanimar a su hermana, usó varios hechizos de curación pero ninguno funcionaba.

Tomó una decisión, él no podía curarla y tampoco dejarla sola mientras buscaba ayuda, así que abrió un portal que los llevaría al único lugar donde no la volverían a atacar, sabía que su nana podría ayudarlos, aunque no creía que fuera una buena idea.

—¡¿Qué hacen aquí?!—preguntó Lilith sorprendida al ver a sus hijos.

Taehyung no esperaba verla a ella, pero no tenía tiempo para buscar a su nana.

—¡Ella fue atacada, aún no se quién fue, pero si te importamos un poco podrías ayudarme a curarla!—dijo Taehyung.

—Esto paso en la tierra, sabía que tarde o temprano algo sucedería, ¡pero nadie me hizo caso!

—¡Ahora no me interesa escuchar eso madre!, ademas yo no te estoy reclamando nada, asi que limitate solo a ayudar, ¿puedes hacerlo?

—Claro, y yo pensando en que cuando ustedes regresarían me harían mil preguntas sobre porque hice todo eso en el pasado, yo nunca me imaginé que tú entrarías por un portal con Chaeyoung mal herida.

—Yo tampoco me imaginé esto, debemos ponerla en el sofá.

Ambos levantaron a la joven y la reina inicio un hechizo de sanación que Taehyung no había hecho antes.

—Debo avisarles a todos, ¿puedo dejarla sola contigo?

—¡Claro que sí!

—Volvere enseguida, que ni se te ocurra hacerle nada malo.

—Aunque no lo creas la cuidare.

—Claro—dijo Taehyung—¿Por la traje aquí?—pensó mientras volvía a la tierra superficial.

Regresó al interior de la escuela donde pudo ver a alguien detrás de una puerta.

—¡¿Quién anda ahí?!

—Kim Taehyung, el príncipe heredero—dijo Dios apareciendo ante él.

—Tú, ¡¿qué estás haciendo aquí?!—preguntó—Jesucristo dijo que estabas encerrado.

—Ya ves que no es así, y ¿cómo está tu hermana?.

—¡Tú la atacaste!

—Deberías agradecer que lo hice ahora, tu estabas cerca para poder ayudarla, pude haberlo hecho antes.

—¿Ya habías venido antes?.

Taehyung quiso huir, pero no lo logró, Dios lo detuvo y abrió un portal hacia al cielo, ambos cayeron cerca al palacio real, el principe instantáneamente corrió hacia la puerta principal.

—¿Qué hago aquí?—pensó mientras corría.

—¡Puedes correr niño, pero no esconderte!, deberías agradecerle a tu madre porque que está cuidando bien a Chaeyoung, puedo sentir que está estable.

—¡Y estará mucho mejor!

El joven ya adentro del palacio ingresó a la primera habitación que vio en el pasillo, sin saber que era la oficina de Dios, donde permanecían encerrados los arcángeles y Jesús.

—¡¿Qué es todo esto?!—pensó el joven príncipe.

—¡Qué quieres padre!, no se supone que estarías muy ocupado—dijo Uriel con la cabeza agachada.

—No soy Dios, solo estoy.... pero...¿por qué están así?

—¡Taehyung!, ¡¿qué haces?!, ¡vete!—dijo Jesucristo.

Un Cuento Para Mike.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora