Capítulo 24

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—En el pasado...

Lucifer, Nathanael y Félix siempre habían evitado tener hijos con sus mujeres, no consideraban necesario una responsabilidad de ese tamaño en sus vidas.

Pero los tiempos habían cambiado y Nathanael junto a Félix decidieron que era tiempo de tener una descendencia.

Sunni fue la primera en quedar embarazada, en octubre de 1998 d.c, la segunda Lilith en diciembre de 1998 d.c y la última fue Merth en enero de 1999 d.c.

A diferencia de Sunni o Merth el embarazo de Lilith no estuvo lleno de apoyo ni de amor, porque días antes de que ella descubriera que estaba embarazada pasó lo inevitable.

El primero de diciembre de 1998 el mundo perfecto que Lilith había construido se comenzó a derrumbar.

—Sabes algo Lilith, tú eres muy importante en mi vida, no te cambiaria por nadie—dijo Lucifer mirando a la bella e inteligente humana que se transformó en un demonio.

—¡Enserio!, y si la resurrección existiera, ¿revivirías a alguien?—preguntó Lilith con una sonrisa.

—Eso no existe, pero si existiera no la usaría, es mejor dejar descansar a todos los muertos, no reviviría a nadie, todo lo que necesito lo tengo a tu lado.

—Yo también Lucifer.

—Claro Lilith, creo que tú y yo deberíamos hacer algo está noche.

—¿Es una cita Lucifer?

—Claro que lo es, te llevaré a un gran restaurante, pero sabes he estado pensando mucho en algo.

—¿En qué cosa?

—En que ahora Félix será padre, y yo sí quisiera tener herederos—dijo Lucifer pensando en que esa sería su venganza.

—Pero tu y yo si podemos tener un hijo Lucifer, se que no estaba en mis planes, pero somos una familia y eso nos uniría más.

Esa noche Lilith y Lucifer cenaron en un gran restaurante, al volver a su casa Lilith se entregó de nuevo a su esposo en cuerpo y alma.

Mientras él la hacia su mujer pensaba en Lía, cuando llegó la madrugada se canso de todo, sabía que su trabajo estaba hecho, asi que decidió contarle todo a Lilith.

—¿Qué pasa?—preguntó Lilith al ver a su esposo levantarse de la cama y cambiarse de ropa—¿A dónde vas?

—Sabes Lilith, tu eres muy hermosa, muy inteligente, pero existen cosas que tú nunca podrás ser.

—¿Qué cosas mi amor?

—La mitad de bella y sobretodo la mitad de noble que era Lía—comentó Lucifer mientras alistaba sus cosas y las metía en una maleta.

—¡¿Por qué mencionas eso?!

—Seguramente tú has pensado todo este tiempo, Lucifer es un idiota que nunca se dará cuenta de lo que yo hice hace mucho tiempo.

—¡¿A qué te refieres?!

—¡Deja de hacerme preguntas estúpidas!, Lilith la conciencia de los demás no es como la tuya, será por eso que algunos no pueden guardar ciertos secretos y elijen compartirlos con los que conocen para aliviar un poco su carga.

—¡Puedes ser más claro porfavor, no estoy entendiendo nada Lucifer!

—Quieres que sea más claro, está bien Lilith, ¡desde hace milenios yo sé que tú fuiste la que se alió con Dios y decidio que Lía merecía morir!

—¡Eso tiene una explicación Lucifer!—dijo la joven muy desesperada.

—¡¿Cual será tu explicación?!—preguntó Lucifer—¡que te enamoraste de mi y por eso decidiste acabar con el amor de mi vida!—gritó arrojando su maleta a un lado de la habitación.

Un Cuento Para Mike.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora