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—¡CONSEGUÍ TRABAJO! —exclamó con emoción.
—¿En serio? ¡Eso es una gran noticia, Mudeok! —su amigo, Yeonjun la vio encantado.
Había logrado su cometido, después de haber buscado durante meses y dejar su currículum en muchas empresas. Estuvo tan ocupada buscando trabajo, esperando una llamada de aceptación.
Pero por fin, su esfuerzo valió la pena, ahora tenía un trabajo.
—Creo que voy a llorar. —chilló con una gran sonrisa.
—¿Y en dónde conseguiste? —Yeonjun la miraba con atención.
—Bueno, una empresa normal, común y corriente. —vaciló con modestia.
—Deja tus tonterías, ¿para quién vas a trabajar? —exigió más ansioso.
—¡Seré la asistente de Hwang Inyeop! —dijo por fin, estaba en verdad feliz, era un trabajo soñado.
Millones de chicas morirían por él.
También por el trabajo, claro.
—¿Hwang Inyeop? ¿El editor de una de las más importantes revistas de moda en corea? ¿Ese mismo? —juraba que se iba a ir de espaldas.
Mudeok asintió efusivamente.
—Empiezo la próxima semana y...
—He escuchado rumores de él. —mencionó.
—¿Cómo cuáles?
—Mm, ya sabes, que es muy demandante, exigente, cero intolerable, amargado, esto será exagerado pero ¡es el diablo en persona!
No quisiste creer eso, Yeonjun se creía cualquier rumor solo porque le gustaba ser un chismoso, ¿qué tan malo podía ser trabajar para el señor Hwang?
Cualquier chica estaría feliz de ser la asistente de ese hombre, ser parte de una gran empresa, en verdad, era un trabajo tan deseado.
Además, Hwang Inyeop no solo era reconocido por ser un excelente editor, sino también por su gran belleza. Tenía enamoradas a miles de chicas.
