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—¿Por qué me odias tanto? ¡Ni siquiera me conoces!
—Y no tengo intención de hacerlo jamás.
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Quiero lanzar mi teléfono al otro lado de mi habitación.
Caminabas como todas las mañanas para poder ir a la escuela, entretenida en tus miles de pensamientos y escuchando música, con aquella característica expresión de seriedad en tu rostro.
No entendías el porqué tus padres querían que siguieras asistiendo a ese instituto, es decir, daba la casualidad que en Saebom High lo único que habían eran estudiantes que si no eran hijos de actores famosos, eran extremadamente lindos y populares.
Y luego estabas tú. Nadie.
Estando en la entrada, observaste a Kang Soojin y Sooah unos segundos, sin tomarle importancia, hasta que pasó él en su motocicleta.
Ni siquiera avisó que venía tras de ti, algo exaltada te hiciste a un lado mientras el pasaba hasta estacionarse.
Rodaste los ojos con irritación y observaste como bajaba de esa moto.
