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ꗃ៹ situación: le tienes miedo a las inyecciones y te acompaña para darte apoyo y seguridad. ҂
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Una semana antes le habías comentado que debías ser vacunada por una enfermedad que estaba teniendo mucho de qué hablar últimamente.
Era obvio que Inyeop ya había sido vacunado, pero faltabas tú y posponías siempre tus citas al hospital.
Era simple la razón: te aterraban las agujas que incluso de vez en cuando tenías pesadillas contra esas tontas cosas puntiagudas.
Esa mañana, él llegaría temprano a tu casa ya que te acompañaría para no sentirte sola y con miedo.
Te buscaría por toda tu casa hasta encontrarte en la esquina de la sala de estar, entre dos sillones que te lograban "cubrir".
—Jagi, no hagas esto, es solo una vacuna. —murmuró intentando sacarte.
No logró atraparte porque saliste corriendo.
—¡Pero me dan miedo! ¡No quiero ir! —te agarraste del barandal de las escaleras mientras que Inyeop forzejeaba tomándote de la cintura.
—Vamos, estaré ahí contigo, tienes que ir. —soltaba quejidos.
—No, no y no. —logró hacerte soltar el barandal y te cargó en su hombro.
Pataleabas casi gritando que no querías ir a ese infierno.
Lograría meterte al auto y ponerle seguro para asegurarse de que no saldrías hasta por la ventana.
—Esto es injusto, va en contra de mi voluntad. —te cruzarías de brazos y te la pasarías todo el camino tratando de que declinara de su decisión.
—Esto es por tu bien —siseó. —. Si te portas bien, te llevaré al arcade y te compraré pizza, ¿si?
—¡No intentes sobornarme!
—Bien, te llevaré al parque acuático, ¿qué dices?
Aceptarías sintiéndote ofendida pero a la vez, ¿cómo rechazarías una oferta así?
Cuando llegaran al médico, iba a ser un gran tiempo tratando de que salgas del auto, pero al final iba a sacarte y te llevaría a rastras hasta dentro.
—Esa enfermera tiene cara de mala. —susurraste.
—Cariño, es solo una enfermera. —rodó los ojos.
Entrarían al cuarto donde te esperaría una linda y pequeña aguja que te haría temblar.
—Ya no quiero, ya no quiero. —dijiste apretando su mano.
—Estarás bien. —besaría tu frente para calmarte.
Te sentarías sin soltar su agarre y él estaría a tu lado en todo momento. Escondería tu rostro en su pecho para que no vieras la aguja y te diría en voz baja: «lo estás haciendo bien, tu puedes jagi».
—Ya casi. —susurró en tu oído y besó tu mejilla.
Sentirías ese leve piquete y lo agarrarías con más fuerza de la mano. Al final, cuando ya hubiese pasado la tortura, te felicitaría diciendo lo valiente que eres.
—¡Eso es jagi! ¡Pudiste hacerlo! Eres tan valiente, te amo. —besaría tu nariz y frente con ternura y revolvería tu cabello.
—Siento que voy a desmayarme. —murmuraste.
—Pero no lo has hecho, estoy tan orgulloso de mi bebé. —ibas a sonreír como pequeña al escuchar aquello. —¿Te parece ir por un helado? Esta vez fue mejor que la anterior, poco a poco irás superando tu miedo.
Volvería a besarte tiernamente para reconfortarte y entonces te llevaría a comprar un helado.
En fin de semana, iba a cumplir con su palabra de llevarte al parque acuático.
Inyeop como novio, se basaría en tratar de cuidarte de todo y de todos y claro, de ayudarte a que dejes tus miedos atrás ya que él siempre estaría ahí para protegerte.
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yo tmb quisiera q alguien m acompañara cuando me vacunan JAJAJDJSKXJD
