Capítulo 1

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AVISO: Este capítulo contiene escenas fuertes, me ha costado mucho escribirlo, pero como sabéis siempre me gusta tratar temas delicados en mis historias y esta no iba a ser menos.

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...ni el llanto más profundo es capaz de destruir el alma...

🫀

Madrugada del Domingo 1 de Enero del 2023.

-¿Te vas?-aquellas dos palabras que marcaron el devenir de la noche.

Si yo hubiera sabido que mi vida estaba a punto de cambiar mi respuesta habría sido "no". Pero la pesadez y la carga emocional me impidieron seguir disfrutando de la noche. Año Nuevo, una de las mejores fiestas de mi vida, lejos de mi familia y rodeada de mis amigos. Nunca antes me lo pasé tan bien, pero todo una vez más se esfumó en cuanto abandoné aquella discoteca.

-Sí, estoy muy cansada y quiero estudiar-me coloqué la americana sin dejar de mirar a mi amiga.

-Estudias demasiado-se quejó haciendo un ligero puchero que no me afectó en mi decisión-. Bueno, sé que no te voy a convencer-Noelia me abrazó y depositó un suave beso en mi mejilla dejándome restos de su gloss en ella-. Mándame un mensaje cuando llegues.

-Claro, yo te aviso-le lancé un beso y con la mano me despedí del resto.

Me fui abriendo hueco entre la multitud, no fue fácil salir, es más, hubo un momento en el que me agobié. La gente bailaba y empujaba a su antojo sin tener en cuenta nada, solo trataban de divertirse. El sudor me resultó repulsivo, quise salir de allí lo antes posible. Las cuatro de la mañana marcaron en la pantalla de mi IPhone. Solía quedarme más tiempo, casi siempre cerraba las discotecas con Noelia, nunca me fui antes, pero aquella vez lo sentí y fue la peor decisión que pude tomar. Sabía que tendría que esperar un buen rato al primer autobús, pero no me importó. La parada quedaba lejos, caminar me ayudaría a despejarme y repasar mentalmente el temario que previamente había estado estudiando. Siempre fui muy aplicada, me gustaba tenerlo todo bajo control. Estudiaba y salía, con organización todo podía hacerlo. Siempre quise tener el mejor futuro laboral y sabía que para conseguirlo tenía que esforzarme. Quizás sacrifiqué muchísimos días y planes estudiando, pero mereció la pena. Me fui de casa con dieciocho años, más bien me fui a estudiar sola a otra ciudad. Necesité ese cambio, necesité salir de mi entorno familiar y experimentar la vida sola, sin tener a nadie que me estuviera diciendo que hacer y que no hacer.

Madrid o Barcelona. Aquellas dos ciudades fueron mi única opción. El grado que quería cursar solo estaba allí y para desgracia de mis padres abandoné el hogar familiar para consolidar mi futuro laboral. Gestión Aeronáutica, desde que comencé a leer acerca de dicho grado tuve claro que me quería dedicar al mundo de la aviación. Lo mamé desde pequeña, mi tía, la hermana de mi padre, era piloto y siempre tuve muy presente a los aviones. Nunca imaginé que acabaría decidiéndome por algo así, pero la vida estaba llena de sorpresas e intuí que de pequeña tomé como ejemplo a seguir a mi tía Katrina. Elegí Barcelona, fue una decisión que tomé en el último momento, nunca estuve segura de que prefería, pero tener a Noelia allí lo hizo todo mucho más fácil. El tema del catalán era lo que me frenaba, pero a sabiendas de eso, durante segundo de bachillerato di clases intensivas para poder desenvolverme y no sentirme mal por no comprenderlo.

Llegué a la parada de bus algo ahogada, ni siquiera sé porque decidí caminar rápido. No tenía prisa, nadie me esperaba, solo el tiempo. Mis pies gritaban auxilio, toda la noche con unos tacones de veinte centímetros, siempre iba en tacones, pero aquellos me pusieron a prueba. Me senté a esperar, relajé los pies y suspiré. Al autobús todavía le quedaba un buen rato para llegar según la aplicación. Abrí Tiktok y pasé un buen rato mirando dicha aplicación, me parecía siempre una chorrada, pero aquella app hacía que el tiempo se me pasara más rápido.

Bendito Castigo ▪︎ ALEJANDRO BALDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora