...aposté por ti aun sabiendo que ibas a ser mi ruina...
💔
Viernes 28 de abril del 2023
-¿Te puedes ir por favor?-apreté los labios intentando aguantar el llanto.
-Ikram.
-Por favor vete, no quiero que estés aquí-me aferré a un cojín y perdí la mirada en el suelo.
-¿Estás segura?-fue a acariciarme la mejilla, pero le aparté la mano de malas formas.
-Vete por favor-suspiré-. Ulises, vete de mi casa.
-Como quieras-acabó rindiéndose.
Mi amigo recogió su abrigo del perchero y se marchó de mi piso sin decir nada. En cuanto escuché la puerta cerrarse, suspiré. Me levanté del sofá y fui directa a la cocina. Mientras la recogía, me puse a pensar en todo lo malo que me pasaba cuando mis amigos estaban a mi alrededor. De Noelia apenas sabía nada, aquel chico con el que salía la tenía ciega, se adentró en una relación muy tóxica, intenté advertirle, pero me tomó por loca. Jan iba a la suya, que si viajes por aquí, que si viajes por allá. Todavía tenía que confirmarle si me iba con él a Dinamarca durante un año. En un principio lo tuve claro, pero luego lo conocí a él, a Alejandro y todos mis planes dejaron de tener sentido. Irme un año a Copenhague significaría no ver a Alejandro y aunque supe que me iba a venir bien para no ser tan dependiente, el miedo a la deslealtad me frenó. Y Ulises, prefería no verlo. No entendía mi relación con el futbolista y tampoco pretendí que lo hiciera. Entre nosotros siempre hubo tensión y aunque la resolvimos en varias ocasiones, siempre tuvimos claro que no iba a ir a más. Pero con la llegada del lateral, Ulises perdió los nervios y le molestó que pasara más tiempo con Balde que con él. No quise darle explicaciones porque no creí que era lo conveniente. No le debía nada y le pedí perdón varias veces por si alguna vez le di falsas esperanzas. Pero él y yo nunca fuimos nada, casi había pasado un año y medio desde la última vez que nos besamos. Con Ulises sentía que a pesar de la atracción, no había nada más, y por mucho que a él le doliera aceptarlo, yo no quise nunca nada serio con él. Nunca me gustó perder el tiempo, para mí el amor era tan delicado que no se lo daba a cualquiera.
El timbre sonó, metí la botella de agua en la nevera y me dispuse a abrir. Sonreí al ver la rosa que me regaló Alejandro por Sant Jordi. Fui con él al Camp Nou, lo vi jugar y en cuanto me subí en su coche para volver a casa me la dio. Fue un momento muy íntimo y muy bonito, me llegó al alma. Fue la primera vez que me hizo ilusión recibir una rosa por Sant Jordi. Al salir del estadio nos grabaron y el vídeo volvió a difundirse por tiktok, como ya era costumbre. Aunque ahora ya tenían lo que querían, que el futbolista me siguiera en redes sociales solo era un indicio más de que lo nuestro cada vez estaba cogiendo forma y estaba a la vista de todos.
Abrí la puerta deseando que no fuera Ulises y mis deseos se hicieron realidad en cuanto vi a Alejandro al otro lado. Sonreí al verle de aquella forma, se había hecho unas trenzas en el pelo que a primera vista me espantaron, pero conforme lo iba mirando cada vez me gustaba más. Tenía su rollo y a mí encantaba él en su plena esencia. Me pareció tan sexy que no tuve más remedio que disimular.
-¿Qué te has hecho?-fue lo primero que salió de mi boca.
-¿Te gusta?-alzó una ceja y yo me reí.
-No está mal, estás potentorro.
-Vaya, yo pensaba que lo estaba siempre-pasó dentro, rozando su cuerpo con el mío.
-Y lo estás siempre, pero hoy de una forma distinta-cerré la puerta y caminé tras él.
Nos fuimos directos a mi habitación, Alejandro tiró la mochila al suelo y se dejó caer en la cama de malas formas. La confianza que teníamos era tan brutal que hacíamos lo que nos daba la gana cuando estábamos en la casa del otro. El futbolista golpeó el colchón, haciéndome entender que quería que me tumbara a su lado. Caminé despacio, haciéndome de rogar, mis ojos no se despegaron de los suyos en ningún momento. Me tumbé a su lado y enseguida él me abrazó, colocó una pierna sobre mi cuerpo reduciendo mi movilidad.
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Bendito Castigo ▪︎ ALEJANDRO BALDE
أدب الهواةEn el peor momento de mi vida, en aquel preciso instante donde quise morir. Las lágrimas caían por mis ojos, el llanto más desgarrador, sentía que me faltaba el aire. No podía más, no pude más. Mi cuerpo poco a poco se iba apagando, la sangre se des...