Bendito Castigo ▪︎ ALEJANDRO BALDE

Capítulo 19

...olvídate de lo que te dije, cuando tú estás todo lo demás deja de existir...

🫀

Viernes 21 de abril del 2023

"Habibi"

Alcé la mirada al recibir aquel mensaje de Alejandro. Tuve una buena panorámica del jardín de su casa, pero no lo encontré. Traté de identificarlo, pero ante su ausencia me metí en su chat.

"Dónde estás???"

Le di a enviar sin dejar de mirar a mi alrededor. Ansu había montado una fiesta, nada importante, vinieron algunos compañeros y yo aproveché para integrarme con el grupo. Alejandro me presentó, para la sorpresa de nadie, de forma oficial como su novia. Él no me dijo nada, es más, fui a ciegas a su casa, sin saber lo que me iba a deparar la tarde-noche. Salí de la universidad más pronto de lo habitual, decidí no quedarme en la biblioteca. El TFG lo tenía bastante avanzado, casi terminado por suerte y los exámenes que me quedaban no me suponían ningún problema. Así que decidí pasar más tiempo con él, sin saber que acabaría conociendo a sus compañeros de equipo.

"Sube a la planta de arriba"

Rodé  los ojos, pero acabé levantándome de la hamaca. Me disculpé con Silvina, aquella chica era un amor y enseguida conectamos. De todas, una vez más, pude comprobar que era la que más se parecía a mí. Fue como si hubiese conectado con ella, de la nada sentí que si la seguía conociendo me iba a entender mucho mejor que con Noelia. Jan y Ulises me daban muy buenos consejos, pero a veces echaba en falta esa visión femenina que Noelia no me aportaba desde que se echó novio. Con Silvina fue diferente, enseguida nos hicimos amigas y creo que un factor clave fue que Alejandro y Pablo fueran tan amigos.

Subí los escalones mientras me acariciaba los brazos debido al frío que me dio. De la nada sentí como mi cuerpo comenzó a tiritar, fuera, en el jardín apenas había sentido un ápice de frío. Quizás fue el miedo a lo desconocido lo que me hizo reaccionar.

-¿Alejandro?-pregunté ante la oscuridad.

De repente sentí como me agarraban del brazo y me metían en una habitación, más específicamente el baño.

-Joder, me has asustado-dije llevándome la mano al pecho de una forma muy dramática.

-Lo siento-en su cara se dibujó aquella sonrisa picarona, de aquellas que tanto me gustaban.

-¿Me echabas de menos?-Alcé una ceja siguiéndole el juego.

-Me estaba volviendo loco, teniéndote tan cerca y a la vez tan lejos-me agarró de las caderas e hizo que nuestros cuerpos se tocasen-. Este bikini te queda demasiado bien-perdió sus ojos por mi cuerpo semidesnudo.

-Estás jugando con fuego, Balde-pasé mis manos por su pelo y él sonrió de forma perversa.

-Estoy dispuesto a quemarme-sus manos seguían sobre mi piel, acariciándome el abdomen mientras se chupaba los labios-. Te lo juro-me agarró la mano y me hizo tocarle toda la erección.

-Tienes que aprender a controlarte-rodeé su cuello con mis brazos mientras él me alzaba para dejarme sobre el lavabo.

-Contigo es imposible-su mirada penetró mis ojos-. Eres mi puta tentación.