Capítulo 31

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...y de nuevo acabé desahogándome en los brazos de mi madre...

💔

Viernes 30 de junio del 2023

-Ikram-mi madre interrumpió en la habitación.

Me giré con incomodidad, deseando que cerrara la puerta y volver a la oscuridad que yo misma me encargué de crear.

‐No quiero comer-dije al sentir que se sentaba en la cama.

-No comas si no quieres, pero por favor habla con nosotros. Llevas dos semanas sin salir de tu habitación, han venido los abuelos y Río pregunta por ti-mi madre comenzó a acariciarme el pelo.

Encendió la luz, apreté los ojos por la claridad,  suspiré y me giré para mirarla a los ojos y me sentí fatal. Se notaba que mi madre no estaba bien y en parte yo tenía la culpa. Siempre fue una persona muy empática y sensible y cuando nos pasaba algo ella sufría a nuestro lado. Me supo fatal, pero cuando estaba mal no me gustaba tener contacto con la gente de mi alrededor.

-¿Me puedes abrazar?-pregunté sollozando.

-Claro, ven aquí-me abracé a mi madre dejando las lágrimas fluir.

Decidí irme de Barcelona, estar en la misma ciudad que Alejandro no me hacía bien porque sentía la necesidad de ir a su casa y rogarle volver. Los últimos días en Hawaii fueron muy tensos porque a pesar de haberlo dejado hubo momentos en los que hicimos como si nada. Nos entregamos el uno al otro, hiriendo nuestros sentimientos y sintiendo aquello como una despedida.

-Lo he dejado con Alejandro-confesé mientras me retiraba las lágrimas de los ojos.

‐Pero si estabais bien, ¿no?-me retiró el pelo de la cara y yo asentí con la cabeza.

-Estaba bien hasta que me di cuenta de que sin él podía avanzar. Creo que sentía dependencia y cuando él no estuvo conmigo me acabé percatando de que estaba muy bien y aunque lo quería muchísimo, podía vivir sin él perfectamente-me soné los mocos y suspiré-. No estoy bien mamá, pensaba que sí lo estaba, pero siendo sincera me sigo ahogando en el mismo pozo. Alejandro es un amor y me sabe fatal haberlo tratado así, pero es que no puedo seguir en una relación cuando yo no puedo ni conmigo misma. No estoy al cien por cien y antes de que él se canse de mi falta de interés preferí dejarlo.

-Cariño-mi madre empleó un tono de voz muy dulce-, siempre tienes que estar tú primero, pero también tienes que aprender a gestionar las cosas por separado.

-Mamá, la decisión está tomada. Dentro de nada me voy un año fuera y no quiero tener que echarle de menos. Prefiero sufrir unos meses a estar sufriendo un año entero. No soy celosa y sé que Alejandro jamás me sería infiel, pero la distancia me haría comerme la cabeza demasiado y prefiero sanarme yo primero. Llevo tantos meses creyendo estar bien que cuando me di cuenta que seguía en la mierda quise morirme. A veces no le encuentro sentido a la vida, mamá. Todavía sigo teniendo pesadillas.

-¿Por qué no nos lo habías contado?-me separé de mi madre y me apoyé en la pared.

-Porque no quería preocuparos, no quería que sintierais pena-agaché la mirada mientras luchaba constantemente por no llorar.

Se creó un silencio bastante cómodo, mi madre esbozó una sonrisa y se disculpó un momento. Abandonó la habitación dejando la puerta entornada. Aproveché aquel instante de soledad para cerrar los ojos y disfrutar de mi compañía, aquella que tanto añoraba.

Bendito Castigo ▪︎ ALEJANDRO BALDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora