Capítulo 39

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...los sueños rotos florecieron de nuevo en cuanto mi mirada se cruzó con la suya...


💔

Domingo 31 de diciembre del 2023

Me miré al espejo y sonreí al verme radiante. Aquel vestido que me dejó mi prima Violeta camufló por completo mi tripita de embarazada de catorce semanas. Apenas se me notaba, pero conforme las horas iban pasando y se acercaba la noche el huevito se hacía de notar. Me terminé de alisar las puntas del pelo y sonreí de nuevo. El embarazo me estaba sentando bien, aunque tenía la cara más hinchada y me estaban saliendo unos granitos, pero por suerte no me afectaron. Me eché colonia y me giré para mirar a mi prima Violeta, la cual estaba terminando de maquillarse.

Mis labios se curvaron hacia arriba en cuanto se enteró de que estaba embarazada. Le faltó montar una fiesta y no dudó en pasar todo el tiempo a mi lado. Ella era la única persona en este mundo que me entendía sin que yo tuviera la necesidad de hablar. Violeta me conocía mejor que nadie y aunque no nos viéramos de continuo, era mi mejor amiga y con la única persona que podía contar siempre. Tenía amigas cercanas que sentía como hermanas, pero lo que mi prima y yo teníamos era muy especial.

Para sorpresa de todos mi padre se lo tomó bastante bien, es más, en cuanto se enteró me abrazó emocionado y ya estaba viendo la forma de montarle una habitación al bebé en su casa. No me lo esperaba para nada, creía que se enfadaría o que por lo menos iba a tardar en aceptarlo. Su reacción fue tan bonita que yo también me emocioné. En realidad todos reaccionaron muy bien, hasta mis abuelos y eso que detallé la situación al milímetro. Conté que ya no estábamos juntos y que por lo pronto yo no tenía la intención de volver con Alejandro.

‐Estoy nerviosa-dije sentándome en la cama-. No sé si quiero verlo-me quité el anillo que llevaba en las manos y lo dejé sobre la mesita.

Me lo regaló Alejandro el primer día de nuestras vacaciones en Hawaii, hasta el momento lo llevé todos los días. Quise quitármelo, pero nunca acababa de decidirme, llevar aquel anillo era como llevarlo a él y aunque no quería volver con el futbolista, su recuerdo sí quise mantenerlo.

-Pasa de él-Violeta me miró y yo negué con la cabeza.

-Como si fuera tan fácil-rodé los ojos-. No quiero hablar con él, vamos que yo no me voy a acercar, pero si él lo hace no sé si voy a ser capaz de aguantar‐suspiré agotada.

Acepté ir a aquella fiesta por mi prima, ella estaba empezando a quedar con Abde. No era nada serio, pero a ella se la veía muy feliz y aunque ella sabía que la relación no iba a ir a ningún lado, quiso intentarlo.

-Mírale por encima del hombro y pasa de él. No hay peor castigo que la ignorancia-me aconsejó-. Y si ha venido con la rubia esa más todavía.

-Se llama Almudena-dije mirando al suelo.

-¿Eh?-preguntó ella con asco.

-Que la rubia esa se llama Almudena.

-Me la suda-se quejó-. Que por cierto, he descubierto que no están saliendo, solo son amigos-me informó-. Ella quiere hacer ver que son pareja, pero lo cierto es que Alejandro está hasta la polla de ella.

-Me da igual, Violeta-dije con total sinceridad-. Sinceramente, estén juntos o no, en estos momentos me da igual.

-Bueno, espero que así sea, no quiero que te ablandes-mi prima caminó hasta mí y se arrodilló-. Vales mucho y ya es hora que demuestres lo que vales. Que te ruegue, que te suplique, pero nunca te olvides que tú eres la reina y solo tú decides el donde, el cuando, el como y el con quien.

Bendito Castigo ▪︎ ALEJANDRO BALDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora