Bendito Castigo ▪︎ ALEJANDRO BALDE

Capítulo 28

...te vi y caí en la tentación, sin leer la letra pequeña...

💔

Viernes 16 de junio del 2023

Me senté sobre el escritorio, miré hace atrás durante unos segundos y sonreí al ver a Alejandro durmiendo plácidamente. Respiré hondo y encendí el portátil. Mientras le acariciaba la espalda al futbolista, en un intento de conciliar el sueño, estuve pensando muchísimo y acabé llegando a la conclusión que quería contar mi historia, la historia de aquel uno de enero y que marcó un antes y un después en mi vida. Sentí que necesitaba vaciarme, quise hacerlo público tantas veces que cuando iba a dar el paso el miedo a sentirme juzgada me hizo retroceder. Nadie sabía nada, fue una decisión que tomaba a la ligera y que más tarde me acababa arrepintiendo. Ni siquiera Alejandro era consciente de que quería contar la historia de como me dejaron muerta en vida.

Con el futbolista iba todo bien, pero algo dentro de mí me impedía volver a ser yo misma. Fue como si aquel periodo de tiempo en el que estuvimos separados me hubiera servido para darme cuenta que aunque lo echara de menos, me sentí bien sola y que podía llegar a superar algo que marcó para siempre. Pensé que así mí año en Dinamarca se haría más llevadero, pero aun así me estaba mintiendo a mi misma sin ser consciente. Porque yo necesitaba a Alejandro en mi vida, lo quería muchísimo y no me imaginaba sin él, pero a veces sentía que lo mejor era dejarlo porque me veía en el aeropuerto despidiéndome de todo lo que le dio sentido a mi vida. Y yo no quería despedidas tristes, yo no quería dejarlo y mucho menos que todo se acabara. Pero era mi sueño y una vez le prometí a mi abuela que no iba a renunciar a mis sueños por nadie y mucho menos por un novio. Que todo era cuestión de dar prioridad, y aunque él siempre fue la primera, me antepuse a mí porque me necesité y cuando más falta me hacía, no me tenía.

Me sentía muy egoísta por pensar solo en mí porque sabía que acabaría haciéndole daño y era lo último que quería. Quise decírselo, hablar del tema, intentar buscar una solución o llegar a un acuerdo. Pero incapaz de abrirme y contarle como me sentía. Y poco a poco sentí que mi corazón se estaba apagando y que ya no estaba sintiendo lo mismo que al principio. Y fue duro porque lo quería, pero estaba segura que una relación a distancia no era viable. Y no por falta de confianza, sino por no poder soportar estar el uno sin el otro. La culpa fue nuestra, nos acostumbramos a estar siempre juntos que cuando nos separábamos se nos hacía un mundo.

Abrí un documento de drive y comencé a teclear. Otra noche en vela más, pero por lo menos aquella noche marcaría un antes y un después en mi vida. Estaba a punto de contar la peor vivencia de mi vida sin ser consciente de que tiempo después acabaría en la casa de miles de personas.

Capítulo 1: Ni siquiera el llanto más profundo es capaz de destruir el alma

¿Sabes ese preciso instante en el que piensas que te vas a morir y no hay nadie a tu lado? Pues eso mismo sentí yo el 1 de enero del 2023. Un año nuevo más, una fiesta más a la que acudí con bajas expectativas a pesar de la fecha. Aunque aquel día supuso mi ruina, aquel día acabé muerta en vida.

-¿Qué haces despierta?-murmuró Alejandro en forma de queja.

-No puedo dormir-dije bostezando.

-Anda apaga la luz y vente a la cama-suplicó dándose la vuelta.

Apagué el portátil y la luz y me metí en la cama. Dejé a un lado el relato por el simple motivo de que no quería que él se enterase. Fue una tontería, sabía que Alejandro me apoyaría a pesar de todo, pero supongo que las inseguridades volvieron y todo volvió a ser como antes.