Capítulo 7

4.2K 244 63
                                    

...la peor desilusión fue ver el brillo de sus ojos reflejado en otro tío...

🫀

A L E J A N D R O

Lunes 13 de febrero del 2023

Apagué el contacto del coche y suspiré. Recoger a Ikram de la universidad se convirtió en una rutina muy agradable. No me costaba nada, justo yo salía de entrenar veinte minutos antes, el tiempo que duraba el trayecto me ayudaba a desconectar y evadirme de todo. La carga emocional que arrastraba me estuvo causando estragos desde que la conocí a ella. Sentí la presión de ser su salvador, cuando realmente hice lo que tenía que hacer. Ella pensaba que estaba en deuda conmigo y yo solo quise hacerle entender que no me debía nada. Lo hice porque me nació y porque mis principios me impidieron dejarla allí tirada. Ayudarla fue la mejor acción que hice en la vida, tras unas semanas de bajón encontrarla fue ese chute de adrenalina que tanto necesité. Sentía que había encontrado a una persona afín a mí, a una persona que me supo valorar desde el principio y que en todo momento me dio mi lugar. Nunca me sentí tan a gusto con nadie y eso me asustó porque de primeras noté la conexión.

Alcé la vista, por intuición, hasta el retrovisor,  vi a Ikram caminar, vestía un outfit que de lo poco que la conocía era cien por cien su estilo.  Siempre me llamaron la atención las chicas con un estilo propio y ella lo tenía. Su aesthetic me encantaba, la sencillez no entraba en sus planes, tenía rollo y se alejaba mucho a cualquier chica de mi entorno. Eso fue la clave para que en algún momento, mis ojos la vieran desde otra perspectiva. Me encantaba como vestía, pero sobre todo cuando se ponía las diademas en la cabeza, le daban un toque especial.

No iba sola, iba con dos tíos más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No iba sola, iba con dos tíos más. Fruncí el ceño al ver el atractivo de ambos. Ella parecía reírse, estaba feliz y una parte dentro de mí se alegró de verla así. Tantas veces fueron las que la había visto llorar que verla con una sonrisa me provocaba felicidad. Me fijé con detalle en cómo se despedía de ellos, al moreno lo abrazó más que al otro y algo dentro de mí despertó. Apreté el volante inconscientemente, ella abrió la puerta y entonó un:

-¡Hola!-estaba feliz, estaba radiante.

Se acercó mientras cerraba la puerta y depositó un beso en mi mejilla derecha. Su felicidad me desconcertó, estaba tan acostumbrado a verla mal que por un momento sentí que aquello era raro de cojones. Me percaté que sus labios lucían diferentes, un tono rosado y mate los cubría. Ikram siempre fue más de gloss. Con cierta timidez, se acercó y con su dedo pulgar retiró de mi moflete los restos de aquel pintalabios.

-¿Qué tal el día?-arranqué el coche y agradecí que mi tono de voz saliese normal, no hubiera soportado sonar borde y mucho menos, celoso.

Bendito Castigo ▪︎ ALEJANDRO BALDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora