...me bastaba con mirarlo a los ojos para saber que ese brillo no lo iba a ver en nadie más...
🫀
Madrugada del Lunes 1 de julio del 2024
‐Voy a llamar a Alejandro-dijo mi madre saliendo del pequeño aseo.
-Mamá, estoy bien-dije para tranquilizarla aunque lo cierto fue que no estaba bien.
-Claro, lo que tú digas-rodó los ojos-. Ahora mismo os vais los dos al hospital-dijo de forma categórica-. Nosotros ya iremos después.
-Ya es mala suerte que la niña se haya adelantado‐cerré los ojos sintiendo una contracción. Mi madre dejó el móvil y apurada vino hacia mí posición, me controló la duración y respiré hondo en cuanto se acabó-. Llama a Alejandro por favor-le rogué.
-Eso estaba intentando hacer-me levantó la voz sin llegar a gritar del todo-. Hola Alejandro-se alejó de mí-, si verás, Ikram se ha puesto de parto... Sí, vente lo más rápido que puedas, aquí te esperamos.
Respiré hondo y traté de tranquilizarme, todo lo que tuviera que ver con parir me asustaba y mi madre no ayudaba. Ella estaba más nerviosa que yo y si fuera por ella se metía conmigo en el paritorio. Pero respetó mi opinión y nos dejó al futbolista y a mí decidir lo que queríamos. Como me agobiaba con facilidad le pedí que respetara aquel momento, sentía que debía de ser para Alejandro y para mí por mucho que ella se opusiera. Sentía que un momento así teníamos que vivirlo el futbolista y yo a solas sin estar pendientes de nadie más.
Alejandro y yo estábamos intentando volver y aunque a veces seguíamos algo hostiles, poco a poco todo volvió a cobrar sentido. Él se pasaba los días en mi piso, prácticamente se mudó para cuidarme y así obligábamos a mi madre a irse a un hotel. Me supo fatal por ella, porque realmente le hacía mucha ilusión, pero a mí me agobiaba y lo que más necesitaba era tranquilidad. Y ella por desgracia no me la transmitía. Sin embargo, Alejandro se portó de diez conmigo, me cuidó y me mimó como nunca antes lo había hecho. Y me sentí muy bien, me transporté a aquellos días donde él y yo éramos mucho más que una pareja consolidada. Dejamos que todo fluyera y entonces fue cuando nos encontramos, supimos ver que aquel año separados solo nos sirvió para echarnos de menos. Habían cambiado muchas cosas en nuestras vidas, pero si algo quedó intacto ese fue el sentimiento de querer volver a intentar estar juntos de nuevo. Al mirarlo a los ojos todo renació, me di cuenta de que él era lo único que quería en esta vida y aunque al principio me negaba a volver, simplemente era el puro capricho de no volver a caer en su red. Pero yo lo quería, lo quería muchísimo y no hubo nada ni nadie que me hiciese cambiar de opinión. Para mí él lo fue todo, me ayudó a salir de aquel bucle e hizo que mi pesadilla cada vez fuera más inexistente. No podía permitirme el lujo de perderlo, él tenía que ser para mí, de lo contrario no nos hubiéramos encontrado en aquel momento tan complicado.
‐Ya está abajo, ¿te ayudo?‐agarró el bolso que preparamos juntas días antes‐. Anda ven, dame la mano.
Entrelacé mi mano con la suya y bajamos juntas por el ascensor. Los escasos segundos que duraba aquel trayecto los aproveché para mantener los ojos cerrados e intentar ahuyentar el dolor que sentía. Mi madre me dio un beso en la frente y me dedicó una preciosa sonrisa.
-Te aviso en todo en todo momento-dije para tranquilizarla-. Si no lo hará Alejandro. Llama a papá y cuéntaselo.
-Ahora mismo lo hago, nos vemos más tarde.
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Bendito Castigo ▪︎ ALEJANDRO BALDE
FanficEn el peor momento de mi vida, en aquel preciso instante donde quise morir. Las lágrimas caían por mis ojos, el llanto más desgarrador, sentía que me faltaba el aire. No podía más, no pude más. Mi cuerpo poco a poco se iba apagando, la sangre se des...