Capítulo 30

1.9K 148 13
                                    

...puede que yo quiera esperarte, pero el tiempo se ha cansado de ser el que lo cura todo siempre...

💔

A L E J A N D R O

Miércoles 28 de junio del 2023

Dejé el móvil a un lado del sofá y suspiré. Llevaba unos días fatal, apenas dormía, apenas comía. La ruptura me afectó hasta el punto de no querer salir de la habitación nunca. Sin ella mi vida no tenía sentido y dolía sentir que por mucho que la quisiera, el amor de mi vida ya no estaba a mi lado.

-¿Cómo estás?-Ansu se sentó a mi lado y me miró fijamente a los ojos.

‐Mejor la verdad, hay cosas que no entiendo, pero he llegado a la conclusión de que es mejor no darle más bombo al tema. Me ha dejado y tengo que asumirlo-suspiré angustiado.

No entendí nada, ni porque me lo dijo en aquel momento ni porque ella de repente se sentía así. No la juzgaba, es más agradecí el hecho de que fuera sincera y no tardase más en decírmelo, pero aun así duele porque yo ya me había imaginado mi vida con ella. Era mirarla a los ojos y sentir que ella era distinta a las chicas con las que había estado antes. Ella era diferente, con ella todo fluía y sentía que había encontrado mi hogar a su lado.

Al principio no me di cuenta, sentía que ella estaba rara, pero supuse que sería por el tema de la violación. Quise respetar su espacio y esperar a que ella me lo contase y poder hablar del tema sin forzarla. Pero todo cambió una tarde cuando fui a darle un beso y me apartó la cara, lo hizo con disimulo y muy sutilmente, pero yo tonto no era y me acabé dando cuenta que había momentos en los que huía de mí. Me miraba sintiendo compasión como si lo nuestro estuviera pendiente de un hilo. Y entonces me preocupé porque me di cuenta de que el tema iba mucho más allá de lo que imaginaba y ella no estaba por la labor de hablar.

Aun así me fui a Hawaii, a cumplir el sueño de su vida, y a intentar volver a recuperar la magia que poco a poco se iba apagando en ella. Al principio todo fluyó, era ella la que me buscaba a mí y llegué a pensar que solo fue un momento de debilidad y que se le había pasado, pero en el peor momento se acabó sincerando y lo que intuí acabó sucediendo. Me dejó, fue ella la que me hizo daño cuando creía que nunca pasaría. Si alguien iba a hacer sufrir a la otra persona, ese sería yo, pero los papeles se intercambiaron y ella pasó a ser la villana de la historia.

-¿Va a venir Drey?-pregunté mirando a Ansu.

-Sí, pero si quieres le digo que no venga, total que creo que tú me necesitas más que ella.

-No te preocupes, creo que me vendrá bien distraerme un rato. Y así la conozco que llevas hablando con ella meses y no te has dignado a presentármela.

-Quería hacer las cosas bien-suspiró-. El tema Fiamma me agota, entre ella y el trabajo de Drey, no sé, me ha hecho retrasarlo todo.

-No te preocupes, todo en su momento. Lo has hecho cuando te has sentido cómodo-le acaricié el brazo y le di un ligero apretón-. ¿Cómo se lo ha tomado Fiamma?

-No me habla, lo peor es que son compañeras de trabajo‐Ansu negó con la cabeza-. Es demasiado surrealista para ser verdad. Fiamma no la puede ni ver y Drey no sabe qué Fiamma y yo tuvimos algo.

-Menudo lío llevas campeón.

-Para que veas. Todos tenemos problemas.

‐¿Trabaja en Flamant Noir? ¿La conociste allí?-puse cara de asco, Ansu asintió con timidez.

-Fue mucho antes de que Fiamma comenzará a trabajar allí. La conocí un día que no sabía que hacer con mi vida y terminé allí. Me senté al fondo y simplemente intenté disfrutar de aquel ambiente tan obsceno. La vi y me enamoré, algo en mí vibró y desde entonces no pude sacármela de la cabeza. Por suerte a ella le pasó exactamente lo mismo que a mí-mi amigo sonrió.

Bendito Castigo ▪︎ ALEJANDRO BALDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora