Capítulo 38

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...no sé si es la mejor noticia que me han dado en mi vida o la peor...

💔

Domingo 3 de diciembre del 2023

Me desvelé a mitad de la noche. Suspiré cansada y caminé hasta la cocina del piso. Me senté sobre una de las sillas y me preparé un vaso de leche con cacao. Miré a través de la ventana como las gotas de agua se deslizaban por el cristal y se perdían sobre el suelo mojado. El olor a petricor inundó mis fosas nasales y cerré los ojos disfrutando de aquellos segundos de paz. Me llevé la mano a la tripa sintiendo una arcada y suspiré. Agarré el móvil y me metí en Instagram en un intento de matar al insomnio y poder volver a la cama cuanto antes.

Alejandro ni siquiera se había molestado en sacarme de mejores amigos y tenía que verlo constantemente feliz haciendo mil planes sin tener en cuenta la última vez que nos vimos. En su cumpleaños todo cambió, después de acostarnos empezó a hablarme muy mal, me acabé marchando enfadada de su casa y decidí que aquello fue la gota que colmó el vaso. Intentaba constantemente que la relación entre nosotros fuera sana y aunque no estuviéramos juntos, yo quería llevarme bien con él. Para mí era una persona muy importante en mi vida y quería tenerlo conmigo pasase lo que pasase. Quizás mi error fue esperar algo a cambio por su parte y que él no tenía intención de darme. Quise comprenderlo, pero todo eran contradicciones y por mucho que intentara entender su postura, fui incapaz de llegar a una conclusión sólida. No sé porqué se comportó así, pero llegó un momento en el que no quise saberlo.

Me metí en su perfil, en un intento de indagar un poco y comprobar que todo estaba bien. Habían salido de fiesta, Ansu, Drey y él, parecían divertirse e inconscientemente sonreí al verlo bien. Pero aquella sonrisa se desvaneció en cuanto vi aquella foto, salía con una chica rubia de ojos verdes sentada sobre su regazo, ella le estaba dando un beso en la mejilla, él sonreía demasiado feliz mientras la agarraba de la cintura.

Cerré la aplicación y dejé el móvil sobre la mesa. Miré al suelo sintiendo como algo se rompía en mí. No éramos nada, yo misma me encargué de romper lo que habíamos construido juntos, pero era inevitable no romperse ante algo así. Quise pensar que quizás era solo una amiga, pero yo las conocía a todas y no tenía constancia de aquella chica tan preciosa. En un momento de crisis, volví a coger el móvil y entré de nuevo en Instagram, quería saber quién era ella. Estuve alrededor de cinco minutos indagando hasta que di con su perfil. Almudena, veinti tantos años, viral en redes sociales y azafata de vuelo. Era mucho más mayor que nosotros, pero a mi parecer no pasaba de los treinta. Era guapa a rabiar, tenía un cuerpazo muy trabajado y seguía a varios futbolistas, amigos de Alejandro. Hasta Edi, el hermano de Ale, la seguía. Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta de aquel factor tan importante "seguir también". Aquella rubia despampanante me seguía, yo no era una desconocida para ella. Por mi mente pasaron tantas cosas que la única que me cuadró fue que lo más probable fue que me conociera de redes y no por Alejandro. Me entró tanta curiosidad que me metí en los mensajes privados y ella había interactuado un par de veces conmigo.

"Hola Ikram, solo quería decirte que me encantas. Me pareces de lo más natural que hay a día de hoy en redes sociales. He notado que en los últimos meses has estado algo desaparecida, espero que todo vaya bien. Un besazo, guapa"

Me respondió varias veces a las historias:

"Vaya novio guapo tienes"

"Hacéis una parejaza increíble"

"Ikram, que suerte tienes de tener a Alejandro contigo"

Apagué el móvil y lo volví a dejar sobre la mesa. Solo me respondió las historias que tenía con el futbolista, nada me cuadraba, pero decidí no pensar más en aquello. No tenía necesidad de enfadarme ni de alterarme por algo así. Quería pasar página y poder avanzar sin estar sintiéndome culpable todo el tiempo. Yo sentía que poco a poco todo iba a mejor, me sentía más fuerte mentalmente y sobre todo ya no me afectaba tanto el pasado. Quise borrar aquel suceso de mi mente, sabía que era prácticamente imposible y que me iba a acompañar hasta el final de mis días. Pero yo decidía hasta que punto me afectaba y no quise estar perdiéndome mi vida por estar pendiente de algo que ya ocurrió. Fue traumático, la peor experiencia de mi vida que me mantuvo muerta meses.  Y no podía más, necesitaba vivir para no acabar peor.

Bendito Castigo ▪︎ ALEJANDRO BALDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora