Dos semanas antes de la rueda de prensa
Daxen
Haley me miraba incrédula tras mi propuesta luego de la salida de Ian.
Pasaron unos segundos, soltó un suspiro trémulo y creí que se vendría abajo a continuación, pero no. Fue como ver a Rapunzel convertirse en Terminator, con todo y la mandíbula tensa, los ojos azules letales como armas listas para disparar rayos láser.
—Fue un impulso estúpido. Nada tiene que continuar. Ian lo olvidará.
Emití un sonido renuente y apoyé mi cuerpo en su escritorio con los brazos cruzados sobre el pecho.
—Ian no es de los que olvidan—apunté.
Arrugó la nariz de una forma que resultó casi graciosa.
—Lo hará—insistió poco convencida.
—¿Y qué pasará cuando lo olvide? ¿Piensas tomarlo de vuelta?
Me miró como si le hubiese sugerido la posibilidad de degollarse.
—Claro que no—espetó contundente—. Preferiría morir a tomar de vuelta a ese infeliz.
—¿Entonces cuál es tu plan, Einstein? —pregunté tomando un bolígrafo y jugué con él entre mis dedos.
—No lo sé, tengo claro el proceso, solo la meta: quiero hacerlo miserable—atajó severa.
Su determinación me recordó a esas velas que nunca se apagaban, no importaba cuánto intentaras extinguir su fuego. La poderosa energía irradiaba de ella como una llama helada, capaz de quemarte hicieras lo que hicieras y la dotó de un aura oscura, peligrosa.
Analicé sus palabras un poco más y giré el bolígrafo sobre la superficie de madera de su escritorio. Cuando se detuvo, apuntó hacia el montón de papeles que tenía en una esquina. Un escalofrío recorrió mi columna. Este lugar parecía más una jungla que la oficina de la CEO más importante del país. Mi TOC estaba a nada de florecer.
—¿No crees que la mejor manera de hacerlo miserable es usándome?—planteé la posibilidad y Haley enarcó sus perfectas cejas en una interrogante muda—. Los Crakehall detestan a los Westler. Ian no me soporta. ¿Qué mejor forma de vengarte que mostrándote públicamente como la novia del hombre que más odia? Le destruirías el ego.
Un brillo malévolo atravesó sus ojos azules y prácticamente escuché los engranajes de su cerebro trabajar para considerar todas las posibilidades, los pros, los contras, las pérdidas y ganancias.
—¿Y qué ganarías tú con eso? De nuevo, no eres de los que hacen cosas como esas por la bondad de su corazón, y este día lo has hecho. Dos veces.
Sonreí.
—Supongo que me debes dos favores entonces.
—No te debo nada. Yo no te pedí que actuaras en mi beneficio—espetó venenosa.
—¿Habrías preferido quedar como una idiota resentida frente a Ian cuando descubriera tu mentira?
Arrugó los labios en claro rechazo.
—Eso pensé—contesté petulante—. Puedes agradecerme cuando quieras.
Lanzó un quejido incrédulo.
—¿Quieres que te agradezca? Bien, gracias Daxen, eres el hombre del sigo, gracias a ti la caballerosidad no ha muerto—dijo con voz chillona y fingida.
—Gracias, gracias, es un arduo trabajo mantener vivo el honor de los de mi especie—me llevé una mano al pecho y sus ojos flamearon con fastidio, pero la ignoré—. Por lo que escuché, Ian te engañó.
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Irresistible Acierto [+18]
RomanceLa nueva generación de los Colbourn McCartney está aquí. La hija menor de Leah McCartney y Alexander Colbourn llegaron para enamorarnos. ¿Te atreves a sumergirte en su historia? Deseosa por probar el dulzor de la venganza, Haley acude a la única pe...