Daxen
Mi cerebro sufrió un corto circuito apenas la reina de mis pesadillas abrió la puerta para mí.
Literalmente era una pesadilla enfrentarme a ella. Haley era mandona, burlesca, sarcástica e insoportable la mayor parte del tiempo, pero verla usar el vestido blanco de primavera con un delicado estampado cubriendo la tela hasta la mitad de sus muslos me dejó fuera de combate.
Sentía que había llevado un cuchillo a una batalla que se libraba con armas de fuego: indefenso ante la imagen que me recibió y completamente cautivado por ella.
—Llegas temprano—su tono casual me devolvió al momento y una ira irracional nació de mis entrañas porque, ¿cómo podía tener tan poca voluntad para permitir que me afectara de tal manera?
Haley no era alguien especial. No era alguien por quien sentí especial interés en el pasado y lo único que me interesaba de ella era la información que poseía y lo que estaba entre sus piernas. Una de esas cosas ya las había conseguido, ¿por qué entonces me afectaba tan profundamente su presencia?
Fortalecí mi convicción recordando mi objetivo, los rostros de Josh e Ian Crakehall en el centro de mi mente como si todo girara en torno a ellos. Haley era una parada en el camino, no la meta. Con la convicción calibrada otra vez, le obsequié una sonrisa ensayada.
—Quería ayudarte.
—¿Con qué?—se giró cuando entré y fue hasta la puerta que estaba cerca de su sala. Su espalda desnuda y tersa por poco me distrajo de nuevo, los tirantes que cruzaban su piel eran tan delgados que romperlos no tomaría ningún esfuerzo, como el vestido que usó para la cena con sus padres.
Mi entrepierna punzó ante el recuerdo, mostrándose de acuerdo conmigo, pero evaporé la imagen cuando Haley cerró la puerta con llave. Me fijé en las cerraduras: eran demasiado sofisticadas para una simple habitación, y el departamento era tan grande como una casa. Dudaba que ese fuera su dormitorio. Tomé nota mental para futuras investigaciones.
—No lo sé, con cualquier cosa que necesites antes de la cita—respondí metiendo las manos en los bolsillos de mi pantalón caqui—. Además, quería saber cómo es el lugar donde vives—admiré las paredes blancas con destellos de arte aquí y allá, pero no perdí de vista el cajón en una de las mesitas del centro donde guardó las llaves de la misteriosa habitación.
Resopló por la nariz y tomó su bolso y una gabardina.
—¿Por qué quieres saber dónde vivo? ¿Planeas secuestrarme? Porque no te lo recomiendo, sería muy estúpido—bromeó.
—¿En serio?—la reté sin dejar pasar la oportunidad de ganarle en este juego de voluntades que se había convertido en una especie de rutina entre nosotros—. Creo que sí puedo manejarte.
Enarcó una ceja, escéptica.
—¿Quieres ponerme a prueba?
Escaneé su cuerpo de la cabeza a los pies para grabar esta imagen discordante en mi cabeza. Contemplar a Haley en algo tan casual como un simple vestido y zapatillas de deporte despertaba una especie de atracción distinta a la que evocaba su imagen profesional. Era como descubrir una nueva faceta, mucho más refrescante que la sobria personalidad con la que se conducía en los negocios.
—Aún no—el deseo se filtró un poco en mi tono y no pasó desapercibido, porque sonrió.
—Claro—se colgó el pequeño bolso al hombro—. Estoy lista y traigo conmigo lo que me pediste—agitó la pesada prenda de invierno—¿Para qué una gabardina? Estamos en primavera. Tu plan no es encerrarme en un congelador, ¿verdad?

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Irresistible Acierto [+18]
RomanceLa nueva generación de los Colbourn McCartney está aquí. La hija menor de Leah McCartney y Alexander Colbourn llegaron para enamorarnos. ¿Te atreves a sumergirte en su historia? Deseosa por probar el dulzor de la venganza, Haley acude a la única pe...