26| El congreso

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Haley

Estaba nerviosa.

La sensación de incertidumbre me carcomía el pecho mientras la anticipación torturaba mi estómago. No sabía qué era lo que me mantenía en vilo exactamente, si el miedo a cagarla en un congreso tan importante, el desconocimiento al próximo movimiento de Ian o el temor a compartir más de mi tiempo y espacio con Daxen. Tal vez era una combinación de las tres.

Alisé arrugas inexistentes en mi vestido al tiempo que miré el reloj en mi muñeca. ¿Dónde estaba mi novio? Estábamos en el salón del hotel, no a kilómetros de distancia, solo tenía que bajar. ¿Por qué se demoraba tanto? ¿Por qué...?

—Señorita Colbourn—la voz de un hombre al que reconocí como Lambert me sacó de mis cavilaciones—. No esperaba verla aquí, ¿está acompañando a su padre?

Forcé una sonrisa a pesar del escozor en mi pecho luego de notar la decepción en su rostro. Bart Lambert era el dueño de una ambiciosa empresa de telecomunicaciones, misma que cubría este tipo de eventos y se beneficiaba con los tratos que conseguía de socios como mi padre, pero yo no era él. Ante sus ojos, igual que los de la mayoría, era solo una chiquilla inexperta intentando ganar un juego cuyas reglas ni siquiera conocía muy bien.

Ilusos. Si tan solo supieran que yo no necesitaba ganar, no cuando era yo quien controlaba el juego.

Sonreí con mayor ahínco y pretendí estar tan apenada como él.

—No, no vendrá este año. Está en Bali—contesté educada.

—Oh—abrió los ojos sorprendido— ¿Por trabajo?

—Todo lo contrario. Está de vacaciones por su cumpleaños.

—¿De verdad? Tenía entendido que su cumpleaños fue...

—Hace ya unas semanas, sí, pero se toma muy en serio el tema de sus vacaciones—dije mientras asentía.

Papá odiaba trabajar en la empresa. Básicamente huía de ella siempre que podía, así que no me sorprendería que desapareciera los próximos meses junto a mamá.

El señor Lambert sonrió ante mi respuesta, pero el gesto desapareció de pronto para ser reemplazado por uno receloso. Fue extraño, sin embargo, Daxen apareció junto a mí para otorgarme la respuesta sobre su cambio de actitud.

—Lambert—lo saludó mi compañero con cortesía forzada mientras me rodeaba la cintura con su brazo.

—Westler—respondió entre dientes.

El señor Lambert era un hombre viejo y de ideas arcaicas, por ello repudiaba a los Westler como el resto de imbéciles pertenecientes a nuestro círculo, quienes miraban a Daxen como un criminal convicto y un psicópata peligroso.

Yo también compartí esa visión en su momento, cuando no lo conocía de la forma en que lo hacía ahora.

—Pensé que tardarías más—hablé para aminorar la tensión que se construía en el ambiente.

Daxen enfocó su atención en mí y la intensidad de su mirada casi me quemó. Nunca estaría segura de qué esperar con este hombre.

—Tenía cosas que hacer, pero no podía permitir que estuvieras más tiempo sola. Hay demasiados cuervos aquí—clavó su vista en el señor Lambert y el mensaje fue claramente dirigido.

El aludido esbozó una sonrisa mordaz.

—Tuviste mucha suerte al conseguir a una chica como ella, Westler—mencionó Bart—¿Cómo lo hiciste?

Irresistible Acierto [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora