Una semana y media antes de la rueda de prensa
Haley
No aparté la mirada a pesar de que el ambiente se volvió mucho más hostil y el calor del escrutinio del público me escaldó la espalda.
Dos contra uno. En la matemática lógica y la vida natural, estaba en desventaja. O lo habría estado si esos dos fuesen capaces de formar algo remotamente parecido a lo que era yo para intimidarme.
—No es algo que te importe ni algo que desee responder, pero si tanto insistes, no, no estoy sola—contesté lacónica.
La sorpresa iluminó fugazmente los ojos esmeralda de Ian. Todavía conservaban ese brillo seguro y engreído, como si fuese demasiado bueno para este lugar, este mundo. Era un hombre seguro de sí mismo, de su atractivo y su status, de ahí que su orgullo jugara a su favor o en su contra. En ese momento apostaba por la segunda opción.
—¿Has venido con tu amante?—Caitlyn dijo la palabra como si la saboreara.
Moví la vista hacia ella con parsimonia, como si la notara por primera vez.
—Ahora somos oficiales.
Ian soltó un quejido burlón.
—No he visto nada sobre su relación en ningún lado. ¿Westler se arrepintió? No me sorprendería que lo hiciera.
Cabrón. Tensé la mandíbula antes de recordar que, si deseaba ganar en este juego de emociones, eran justamente las emociones las que debían abandonar el juego.
—Tampoco he sabido que anuncien lo suyo. Daxen es mi novio ahora, ¿a ti ya te subieron de puesto o sigues siendo la amante, querida? —le lancé una sonrisa venenosa y me erguí en la silla con una pierna cruzada sobre la otra.
Caitlyn le dedicó una mirada recriminadora a Ian con sus ojos azul agua, que en idioma universal quería decir «tiene razón, ¿cuándo subiré de nivel?». Y como bien conocía a mi ex prometido, esa expresión tensa y renuente delataba su falta de voluntad para formalizar la relación con Caitlyn Taylor.
Los Crakehall eran muy codiciosos. Nunca se mezclarían con alguien que tuviera menos de diez ceros en su cuenta bancaria y aunque la familia de Caitlyn era acomodada y tenía cierto reconocimiento gracias a la carrera como actriz de su madre, no era suficiente, al menos no para los Crakehall.
Su patético intento de humillación pronto se convirtió en mi chiste favorito y decidí usarlo a mi favor.
—Oh, lo siento, ¿no lo han formalizado?—me llevé una mano al pecho fingiendo sorpresa—¿No estarás esperando que te tome de vuelta o si, Ian?—incliné mi cabeza a un lado—. Porque eso no pasará aunque te presentaras con otro ramo en mi oficina.
El resentimiento oscureció su rostro, pero fue rápido en sonreír.
—Fue un momento de debilidad, lo reconozco—se pasó la lengua por los dientes, hastiado—. Pero no volverá a repetirse. No tomo de vuelta lo que ya deseché, mucho menos ahora que sé que te revolcabas con Westler durante nuestra relación. Espero no me hayas pegado algún bicho.
La molestia ardió en mi interior como si fuese una fragua.
—Yo sé cuidarme. ¿Pero tú? No sé si poseas esa capacidad. Deberías tener cuidado, amiga—dije sarcástica al final.
Hubo un momento tenso en el que solo nos miramos, pero no me doblegué ante él. No lo hacía con otros hombres mucho más intimidantes y no lo haría ahora. No le daría la satisfacción de saber que me dolía verlo presentarse de la mano de Caitlyn.
ESTÁS LEYENDO
Irresistible Acierto [+18]
RomanceLa nueva generación de los Colbourn McCartney está aquí. La hija menor de Leah McCartney y Alexander Colbourn llegaron para enamorarnos. ¿Te atreves a sumergirte en su historia? Deseosa por probar el dulzor de la venganza, Haley acude a la única pe...