Daxen
Me gustaba pensar que era bueno para mantener los negocios alejados del plano sentimental, y que, mientras trabajaba, mi racionalidad imperaba sobre los instintos.
O al menos, eso hacía, hasta que Haley apareció en mi vida con sus tacones de punta, sus labios rojos, su voluntad de hierro y sus bromas incitantes. Era difícil mantener la cabeza centrada en algo más que no fuera ella. Luchaba constantemente para mantener los pies sobre la tierra, me repetía una y otra vez que ella era solo un medio, pero los últimos días se había vuelto más difícil conseguirlo.
Me sonrió mientras caminábamos juntos por el recibidor del hotel y nos dirigíamos al ascensor. Un pareo de red oscura cubría su cuerpo vestido todavía con el bikini y había sido una deliciosa tortura caminar detrás de ella contemplando las curvas de su cuerpo moverse con cada paso que daba. Así que decidí ir junto a ella por el bien de mi corazón y mi presión arterial.
—No eres tan malo como pensé—dijo mientras esperábamos el ascensor.
—¿Para qué? ¿Ser tu payaso personal?
—Eres demasiado serio para ser un payaso, pero me diviertes lo suficiente—sonrió con malicia y la miré mal, pero solo sirvió para que ensanchara más la sonrisa.
—Para actuar—aclaró—. Creo que todos en la playa se lo creyeron, y la foto que nos sacaron juntos en la tumbona ya es tendencia. Comienzan a aceptarnos como pareja.
No supe qué sentir al respecto. Una parte de mí se sentía aliviada de que estuviéramos avanzando en el tema de limpiar mi imagen pública, cosa que sin duda alegraría a mi padre, pero la otra... ¿Cuánto más podríamos seguir con esta farsa sin que mis sentimientos reales por ella representaran un obstáculo?
No tenía idea y no sabía si quería averiguarlo.
—Eso es bueno. A mi padre le gustará—el elevador aún estaba a algunos pisos—¿Me mostrarías la foto que nos sacaron?
—No sé en qué momento la tomaron—extrajo su celular y me enseñó la imagen: yo estaba recostado sobre Haley, mi espalda contra su pecho; una de sus manos acariciaba mi cabello mientras la otra estaba sobre mi hombro, entrelazada con la mía. Una de sus piernas estaba entre las mías y estábamos sonriendo.
Yo estaba sonriendo.
No sé quién la tomó, pero me capturó en un momento donde experimentaba plenitud pura y mi rostro lo reflejaba sin vergüenza.
—¿Podrías enviármela?—pedí.
—¿Para qué? Está en todo Internet.
—Envíamela. No uso mucho redes sociales por obvias razones.
El ascensor llegó justo cuando la recibí y sonreí a la pantalla.
—Tengo una idea para us...
Levanté la vista justo a tiempo para encontrar a Haley pálida, contemplando algo con fijeza. Seguí su mirada y me encontré con algo que me hizo un nudo en el estómago y puso alerta todos mis sentidos. Lo había visto en algún lado, pero no lograba ubicar dónde.
—¡Haley! ¡Qué gusto encontrarte!—El hombre emergió del ascensor y se apresuró a besar sus dos mejillas—. Ian me dijo que vendrías también.
Siguió sin reaccionar, hasta que salió de su estupor y le estrechó la mano.
—Anthony—lo saludó—. No sabía que vendrías.
Anthony. Caí en cuenta de quien era al segundo: era Anthony Fisher, el tipo del que me habló Ciara y el director del banco donde Ian y su padre tenían varias cuentas.
ESTÁS LEYENDO
Irresistible Acierto [+18]
RomanceLa nueva generación de los Colbourn McCartney está aquí. La hija menor de Leah McCartney y Alexander Colbourn llegaron para enamorarnos. ¿Te atreves a sumergirte en su historia? Deseosa por probar el dulzor de la venganza, Haley acude a la única pe...