Daxen
Di otro golpe al costado de Rafael.
Esquivé el gancho que proyectaba hacia mi hígado y aproveché la fisura en su defensa para devolverle el golpe en el mismo lugar.
Estaba enojado. La sensación de molestia no me había abandonado desde que dejé a Haley en su casa ayer. La sangre me ardía y me sentía frustrado. Con ella. Conmigo. Con esta mierda que teníamos y que ni siquiera sabía cómo llamar.
Rafael me asestó un golpe en el costado izquierdo y tomé distancia para evitar que me acorralara contra las cuerdas. Nos miramos por un momento y avancé hacia él. Levantó su defensa, pero le planté un duro golpe en la sien.
—¡Mierda! —se quejó y tomó distancia—. ¡No soy tu puto saco de boxeo, Westler! ¡Contrólate!
—¿Vas a pelear o vas a lloriquear? —repliqué sin dejar de moverme por el ring.
Rafael me miró perplejo por un segundo para después adoptar una posición defensiva. Volvimos a iniciar la pelea.
Necesitaba sacar el veneno que corría por mi sistema, obra de aquella víbora. Carcomía mis huesos e incendiaba mi sangre. La forma en que la traté no fue la correcta, lo sabía, mucho menos después de haberme defendido de mi padre sin miedo a su reacción, pero ¿cómo se suponía que debía marcar una línea cuando estaba cayendo como un maldito idiota por ella?
Mis emociones eran un nudo que no era capaz de desentrañar. Solo sabía que la deseaba, la quería para mí, y no de forma temporal ni puramente sexual. Quería todo de Haley, y lo quería con una vehemencia territorial y primitiva que nunca experimenté con ninguna otra mujer.
Era como un auto que iba a toda velocidad, sin freno, hacia un acantilado en el que caería de manera inevitable. Así se sentía estar enamorado de Haley Colbourn. Ya no tenía control sobre mí, porque ella lo mantenía preso entre sus perfectas y afiladas uñas.
Ser consciente del poder que esa mujer venenosa y vengativa ejercía sobre mí me enfureció más. La odié por hacerme desearla con tanta fuerza y por haberse convertido en el compás que marcaba mi actuar: todo lo que hacía y decía estaba relacionado con ella y destinado a ayudarla y protegerla. Mi mente y mi cuerpo actuaban en su beneficio antes siquiera de pensarlo. Era más instintivo que racional.
Dios, era hasta enfermizo la manera en que pensaba en esa mujer. Como si me hubiera hechizado. No, peor: como si me hubiera envenenado para ser lo único que ocupara mi mente. Cada minuto, cada segundo. El deseo de hacerla mía corría como veneno por mis venas, consumiéndolo todo.
Di un golpe más al rostro de Rafael. El impacto lo tomó por sorpresa y di otro y otro y otro más, como si golpeándolo pudiera erradicar el rostro de esa víbora de mi cabeza, pero cuanto más lo intentaba, más fallaba.
—¡Me rindo, me rindo! —gritó y se sentó en el ring con pesadez al tiempo que se limpiaba la sangre que le corría por la ceja con el brazo.
El frenesí de la pelea aminoró poco a poco, fue entonces que me di cuenta de lo mal que había dejado su cara: no solo tenía un corte en la ceja, sino que la sangre brotaba también de su labio, su frente y tenía una marca roja en la mejilla que se convertiría en un moretón.
—¿Qué demonios te pasa? —Se incorporó mientras me quitaba los guantes y bajaba del cuadrilátero, con él siguiéndome los pasos—. ¿Un socio te canceló un contrato?
—Dejar ir unos cuantos millones no importa si tengo más millones para compensar la pérdida.
Mi amigo enarcó las dos cejas rojizas mientras yo me retiraba las vendas que protegían mis nudillos. Moví mis dedos para apaciguar el dolor que sentía en ellos. Me había excedido esta vez. El sudor corría por mis sienes y mi abdomen, resultado del intenso encuentro con este idiota. Pensé que patearle el trasero a Rafael durante varios rounds de boxeo me harían sentir mejor, pero no. El enojo todavía corría por mi cuerpo como un río embravecido.
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Irresistible Acierto [+18]
RomanceLa nueva generación de los Colbourn McCartney está aquí. La hija menor de Leah McCartney y Alexander Colbourn llegaron para enamorarnos. ¿Te atreves a sumergirte en su historia? Deseosa por probar el dulzor de la venganza, Haley acude a la única pe...