Irresistible Acierto [+18]

16| Reglas de etiqueta

Haley

La pelota de tenis golpeó el suelo para otorgarme el punto ganador en el último set.

Hice una reverencia exagerada hacia June, quien me incineró desde su cancha antes de rodearla y llegar trotando hasta mí.

—Presumida—fue lo primero que dijo al alcanzarme.

Acomodé el visor para cubrirme del sol, aunque disfruté del calor que imprimió en mi piel. Los días soleados en Londres eran raros, y más raro era no aprovecharlos. Cualquier cuerpo de agua cercano estaría atestado con otros ingleses tratando de conseguir un bronceado natural.

—No me culpes por ser talentosa—la molesté. Entregué mi raqueta al responsable de la pista de tenis al mismo tiempo que June y comenzamos a andar hacia el restaurante exclusivo para miembros del club.

—No es talento. Me ganaste porque me cegó el sol—se defendió acomodando el visor rosado que combinaba con su nuevo atuendo deportivo.

—¿Te cegó por los últimos tres juegos?—la burla en mi pregunta fue evidente.

—Shhhh—me mandó callar—. Suerte de principiante.

El anfitrión que atendía la entrada abrió las opulentes puertas para darnos la bienvenida al gigantesco complejo de cristal, rodeado por una extensión de campos verdes cuidadosamente podados, cada uno con sus respectivas canchas deportivas para ser usadas por la élite inglesa.

—Señorita Colbourn, señorita Kishimoto—nos saludó Albert con su habitual tono cortés—¿La mesa de siempre?

El móvil vibró en mi bolsillo y lo extraje para leer el mensaje en la pantalla.

[08:11] Daxen: ¿Qué le gustaría a tu padre como regalo de cumpleaños?

Mis pasos se detuvieron, sorprendida ante su muestra de interés. No creí que le importaría, ni siquiera estaba segura de que me acompañaría.

—¿Haley?—me llamó June unos metros delante, junto a nuestra mesa. Caminé mientras escribía una contestación.

[08:13] Haley: Le encantaría que no fueras, ese sería un buen regalo.

Bloqueé el móvil y tomé asiento frente a mi amiga en nuestro lugar habitual: la pared de cristal mostraba los primeros rayos de sol bañando el campo ralo y la ciudad.

—¿Tomarás lo mismo de siempre?—inquirió analizando el menú digital.

[08:14] Daxen: ¿? Me pediste acompañarte.

Su inocencia hizo burbujear una risita desde mi garganta.

[08:14] Haley: Lo sé, fue una broma, relájate.

[08:14] Haley: Bueno, en parte.

—Ya veo...¿entonces tomarás té en lugar de café hoy?

[08:14] Daxen: Eres pésima para decir bromas.

[08:14] Haley: No más que tú para entenderlas.

—Sí—respondí concentrada en la discusión/conversación que mantenía con mi novio.

[08:15] Daxen: ¿Me dirás qué regalarle a tu padre o me harás perder más tiempo?

—De acuerdo, ¿té Earl Grey, cierto?

—Sí.

[08:15] Haley: ¿Te pusiste perfume hoy? Huelo tu malhumor hasta acá.

—¿Quieres wafles con queso de cabra y huevos de canguro?—volvió a preguntar.