SECRETOS DE FAMILIA

CINCO

NOTA: Cuando tenía doce años cantaba todo el día con una voz de niña estúpida "I'm a Barbie girl in the Barbie world, life in plastic it's fantastic". Creo que solo deben existir dos o tres canciones más pegajosas que esa, porque te guste o no el pop, esa canción se te quedaba en la boca. Además, el vídeo era bastante caricaturesco y original para la época, así que esa canción es un ícono de todos los que crecimos a fines de los noventa. En todo caso, casi todos los temas de Aqua tratan sobre caricaturas y son temas livianitos para reírse un rato.

Sin embargo, la canción que nos convoca en este capítulo es la más madura del grupo y mi favorita. Se llama "Turn Back Time", que es el tema de una película llamada Sliding Roads de 1998. Para mí, es una lástima que este tema no haya logrado el reconocimiento que se merecía, así que se las doy a conocer a ustedes para que la aprecien. Al parecer, más de algún personaje de la historia le gustaría retroceder el tiempo. Ya saben que las traducciones están en el cuadradito derecho del vídeo.

SECRETOS DE FAMILIA

CINCO

Una azucena escondida

"Aunque le arranques los pétalos, no le quitarás belleza a la flor", Rabindranath Tagore.

Habían estado juntos siete años. Siete años en que se habían amado intensamente. Peleaban todos los días, sus bocas se buscaban todos los días y se susurraban una palabra bonita todos los días. Lo había conocido hacía diez años atrás con esa actitud de pedante amargado, habiéndose topado en el tráfico mientras estaba arriba de su taxi, apresurado porque tendría una entrevista con su padre, quien en ese entonces era el presidente de la Casa de Modas. Sin embargo, podía decirse que se había sentido irremediablemente atraído por Tay cuando dijo en aquella entrevista que él no diseñaría para alentar a personas que pusieran en riesgo su salud por entrar una prenda, no promovería ninguna discriminación con su ropa, ni tampoco querría hacer daño a los animales para vestir a alguien. Había pensado en esa ocasión que finalmente había encontrado a un hombre que compartiera sus ideales en el mundo de la moda.

Conquistarlo no había sido fácil, tomándole casi tres años aquella titánica tarea. Tay siempre le había puesto barreras a la gente para que se acercara a él, siendo muy pocos los que habían logrado traspasar esos muros. Incluso creía que a él mismo le quedaban algunos por cruzar. Le había tenido paciencia porque el diseñador había tenido una historia de vida muy complicada, donde había padecido la pérdida de sus padres, la de su mejor amiga, la de alguno que otro amigo por sobredosis o trastorno alimentario. No obstante, tenía la sensación de que aún no le había contado la peor parte, pese a que llevaban una relación que ya parecía matrimonio.

Por eso, que Ohm hubiera entrado tan rápido a la vida de Tay perturbaba a New al punto de sentir que desconocía a su pareja. Era como si todo el mundo persiguiera al diseñador para descubrir qué había detrás de ese carácter enojón y solitario; pero, con Ohm, era el propio Tay quien estaba voraz por saber más de él. Sí, a New se le revolvían las tripas cada vez que veía esa admiración insana por el menor que rayaba en la idolatría.

No tenía idea qué hacer. El testimonio de Win no era prueba suficiente para despedir a Ohm por tener una conducta impropia con Tay, ya que indicaba que se habían ido juntos de la fiesta, pero no necesariamente tenían que haber ido a un motel o a un lugar similar para concretar el acto amatorio. O eso quería creer. En todo caso, si lo despedía por las razones equivocadas, le podría caer una demanda de puño y letra de Bright que le sacaría hasta las cejas, porque sabía que ese lobo podía ser aterrador cuando tocaban a su hermano menor. No, gracias, tendría que averiguar por sí mismo la verdad.