SECRETOS DE FAMILIA

VEINTICUATRO

NOTA: Hacer una lista musical de la segunda mitad de la década de los noventa sin incluir a Alanis Morissette es no saber nada de música. Casi todos hemos cantado a todo pulmón Ironic: "It's like rain on your wedding day... It's a free ride when you've already paid...". Los que no lo han hecho, se los recomiendo que lo hagan un día que estén estresados o triste. Es de lo más liberador, se sentirán muchísimo mejor. 

Esta canción está en el álbum de 1995 "Jagged Little Pill", que lanzó a Alanis a la fama internacional y es por lejos su trabajo más reconocido. Sin embargo, no es Ironic la canción que nos convoca en este capítulo, sino "You learn" que tiene una letra muy simple, pero que nos enseña a que en la vida nos pasa de todo, pero aprendemos de ella. Espero que les guste. Traducción en el cuadradito derecho.

SECRETOS DE FAMILIA

VEINTICUATRO

Lo difícil que es vivir un día a la vez

"La mayor gloria de la vida no reside en no caernos nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos", Nelson Mandela.

Milk y Love aprovechaban de contemplar la mansión Kirdpan, ya que solamente podrían ver algo tan opulento otra vez en alguna película o serie de alto presupuesto. Casi quedaron estupefactas cuando comprobaron con sus propios ojos que era cierto de que había una piscina temperada dentro de la mansión, decorada con azulejos azules y celestes que le daban un toque de las piscinas de antaño. Aunque había una escalera preciosa, las chicas no pudieron aguantarse las ganas de subir y bajar los pisos por el pequeño ascensor donde cabían a duras penas los cuatro. Ni qué decir del bar, que no tenía nada que envidiarle a uno de un hotel de cinco estrellas, en lo que la pareja de chicas alucinó con hacer una fiesta.

Así iban transitando de ambiente en ambiente, variando desde la bodega para añejar los vinos hasta los grandiosos balcones que tenían una vista a los jardines que rodeaban la mansión Kirdpan. Las chicas alucinaban sintiéndose princesas de un cuento extraño, en la que eran novias falsas de un par de príncipes que se entendían entre ellos. De las habitaciones, solamente entraron a la de Nanon, en la que Milk y Love se recostaron en la mullida cama, anhelando algún día tener algo así en su apartamento.

—Tuviera una cama como esta, no me levantaría a trabajar —señaló Love abriendo sus brazos a lo largo de la cama.

—Te la regalo, no la uso hace años —comentó el economista con simpleza, como si una cama de marca de lujo no fuera nada.

—¿Ni cuándo te quedas para visitar a tu papá? —indagó Milk, quien se acostó de lado para observar a Nanon.

—No, me gusta más dormir en mi apartamento...

—Aparte, ahí puede compartir momentos a solas con-mi-go —canturreó Ohm mientras abrazaba por detrás al economista, haciendo reír a las chicas y provocando que las mejillas de su novio se colorearan de bermellón.

—¡Idiota, aquí no! —Nanon se zafó del modelo —¡Mi papá o el tuyo pueden llegar en cualquier momento!

—Necesito tenerte un poco antes de que me engañes con otra... —el modelo hizo gestos melodramáticos, indicando a la veterinaria con el dedo para bromear.

—No sé cómo te aguanto —bufó el economista al mismo tiempo que observaba a su novio con una ceja levantada.

—Dime eso cuando estemos solos en la noche. Ahí te daré motivos para soportarme... —refutó Ohm haciendo un mohín seductor que derretía a Nanon.