QUINCE

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NOTA: Mis dos canciones de amor favoritas vienen de los años 70', cuyos cantantes fueron los dos mayores íconos gay del siglo XX, como lo fueron Freddie Mercury (Love of my life de Queen) y Elton John (Your song). La simpleza de sus letras, sus exquisitas melodías y la interpretación soberbia de ellas hacen que difícilmente existan otras que describan el amor mejor que esas dos canciones. Sin embargo, esta historia abarca historias de mediados de los 90's y solamente uno de ellos estaba vivo en ese entonces y, afortunadamente, todavía se encuentra con nosotros.

Como muchos de mi generación, conocí a Sir Elton John a los doce años, con la muerte de la princesa Diana de Gales, mientras cantaba en la Abadía de Westminster "Candle in the Wind". Durante meses no se escuchaba otra cosa, pero por años empecé a ver que era el mismo de la canción del Rey León, que muchas canciones eran covers suyos y así me fui enamorando de su música. Incluso, en esos tiempos, le pedí a mi mamá que me comprara un casete. En esta ocasión, les presentaré uno de los temas más infravalorados de este monstruo musical, que es "Believe" de 1995. Espero que lo disfruten tanto como yo, con la traducción en el cuadradito derecho.

SECRETOS DE FAMILIA

QUINCE

Empezar de cero

"Para poder seguir, tengo que empezar todo de nuevo", León Gieco.

Tay regresó a su taller con una congoja que le partía el corazón en dos. Hizo una vista panorámica a su lugar de trabajo que estaría vacío si no fuera por la presencia de su hijo, quien le observaba angustiado. No era para menos. Para Ohm, ese hombre de carácter recio estaba en un estado vulnerable, con los ojos hinchados, por lo que deducía que incluso se había puesto a llorar. Algo le había pasado al diseñador en las cuatro paredes de esa oficina para que hubiera salido de ahí completamente destruido.

Recordar el pasado le hacía muy mal al moreno, sobre todo ahora que su hijo estaba cerca, pues todo lo que había sufrido era para que llegara el día de estar a su lado, aunque fuese como un simple amigo. Asimismo, ese llanto que había sacado era por la impotencia por no tener la cercanía que él desearía con Ohm, las ansias de un padre que algún día su hijo lo pudiese reconocer como tal.

—¿Estás bien, Tay? —preguntó Ohm cuando el diseñador se aproximó a él.

—No mucho. Necesito descansar en mi camerino.

—¿Necesitas un vaso de agua?

—Por favor...

—Perfecto.

Al llegar al camerino, el diseñador se sentó en el sofá blanco y se sujetó la cabeza, sin tener la más mínima idea de cuál sería su porvenir dentro de la casa de modas, con su pareja y con ese chico que estaba entrando, trayéndole un vaso con el líquido vital que lo necesitaba con urgencia, bebiéndolo casi todo de un sorbo. Cuando se acabó el agua, miró a Ohm que estaba asustado, por lo que le regaló una sonrisa melancólica para tranquilizarlo un poco, pero no lo consiguió.

—No te preocupes, seguirás trabajando en la casa de modas.

—¡En este momento, eso me importa una mierda! —exclamó Ohm alterado, caminando de un lado a otro —¡Mírate cómo estás! ¡Terminaste con el señor New por mi culpa!

—Eso no es cierto, Ohm. Nada de lo que ha pasado aquí es por tu culpa —explicó Tay con voz sosegada —. Además, no hemos terminado, solamente hemos discutido fuerte, eso es todo —o eso era lo que le gustaría creer.

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