CUARENTA

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NOTA: En este último capítulo, quise poner una canción que englobara toda la historia y, aunque pareciera una tarea complicada por todas las temáticas que tiene, no me fue tan difícil, pues es una de las canciones que más me marcó en la adolescencia. Aunque no entiendas un carajo la letra, hay algo que te dice que tiene un mensaje importante que merece ser oído. Por supuesto, está interpretado por una de las mejores bandas de la década de los 90' y 2000, Green Day.

Esta canción fue escrita en 1994 por Billie Joe Armstrong, vocalista de la banda, a propósito de una novia que se iba al extranjero y no la iba a ver más. Sin embargo, la letra, más que ser una canción de amor, es una que indica que debemos disfrutar con las personas que amamos porque nunca sabemos lo que va a ocurrir, muy aplicable a esta historia. "Good Riddance (Time of your life)" de 1997 es una joya. Por cierto, çomo anécdota en el video no sale un "Fuck" al principio como está en el sencillo, pero lo agregaré en la traducción en el cuadradito derecho del video. Que lo disfruten.

SECRETOS DE FAMILIA

CUARENTA

Misión cumplida

"El tiempo es el mejor autor, siempre encuentra un final perfecto", Charles Chaplin.

—¿Estás seguro? —preguntó New, acariciando el rostro de Tay con sus manos, dentro de su automóvil, estacionado en un lugar donde nadie querría estar.

—Tengo que hacerlo, Newwie. Necesito hablar con él por última vez para cerrar esta etapa —contestó el diseñador, dándole un pequeño beso en los labios al empresario —. Además, hoy es un día perfecto. Es el cumpleaños de Ohm y el aniversario de la muerte de Lily.

—Si tu corazón está preparado, adelante. Cuídate, ¿sí?

—Sí, esposo mío. Tú ganas.

Era correcto. No solo eran una pareja, sino que también eran un matrimonio constituido con todas sus letras. Después de que Ohm se había reconciliado con Tay, lo primero que había hecho el diseñador había sido proponerle a New que se casaran en la fiesta de cumpleaños de su primo. Su propio hijo le había impulsado para pedirle la mano a su pareja. Como en Tailandia aún no aprobaban el matrimonio igualitario, habían decidido casarse en París, una ciudad que habían visitado muchas veces y les había otorgado lindos recuerdos, aunque no faltó la protesta de Bright, porque ya le había arruinado la luna de miel con Win, pero el reclamo se le pasó pronto cuando le extendieron la invitación a la boda en la capital francesa.

Un par de días antes del Año Nuevo, habían contraído nupcias en una ceremonia íntima, rodeados de sus familiares más cercanos y en las que Ohm y Khaotung habían firmado como testigos. Posteriormente, se habían quedado a celebrar el año nuevo en una noche inolvidable en la suite del hotel, a orillas del río Sena y a la luz de los fuegos artificiales en la Torre Eiffel, vistas desde un balcón privilegiado. De vuelta en Bangkok, habían armado una gran fiesta con todas sus amistades, habiendo lanzado la casa por la ventana.

—No demoraré mucho, tenemos que estar a las tres en el cementerio. Espérame —dijo Tay, mientras abría la puerta del automóvil desde el asiento del copiloto.

—Anda.

El diseñador caminó hacia la edificación blanca, que no tenía más de un par de pisos y que tenía varias cuadras de extensión. En la entrada, solicitaron su identificación, llaves u otros objetos metálicos y su celular, que estarían custodiados por los guardias hasta su salida. Una vez terminado ese trámite, ingresó al centro penitenciario, donde esperaba a la persona que hace tantos años había esperado interpelar. Uno de los carceleros, lo condujo a una caminata que se tradujo por largos minutos entre pasillos fríos y lúgubres, con un fuerte olor a humedad hasta llegar a una sala pequeña, donde había una rejilla divisoria. Las influencias de Bright le habían dado la posibilidad de conversar cara a cara en la sala de los abogados y no en la sala común donde los reclusos charlaban con las visitas.

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