LIBRO #1 de la Bilogia "SECRETOS ASESINOS"
-Eres mi esposa- él me sostuvo de la muñeca mientras caminaba hacia la puerta. -Nosotros debemos seguir juntos, lo prometiste.-
-¿Desde cuando?- me quede inmóvil -¿Desde cuando soy importante para ti? Cu...
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Kate...
Llevaba cerca de cuatro días desde que pude tener una charla con Sebastián Egorov y en mi cabeza aun rondaba el enviarle un mensaje para agradecerle por llevarme a casa, también estaba ese beso que me dio y el cual me dejo un poco sorprendida, tanto que no pude decir nada y solo salí corriendo.
No estaba arrepentida de aquello, y tampoco podía negar que Sebastian Egorov no me resultaba atractivo. El tipo tenia todas las etiquetas de hombre perfecto, pero también las tenia de peligroso. Por esa razón y por que, si lo pensaba bien. Will había sido amigo de Sebastian, no podía meterme con él.
Estaba terminando de alistarme para ir a la oficina cuando mi móvil sonó e inconscientemente quise que fuera él, pero en su lugar solo se trataba de mi amiga -Dime- hable un poco desilusionada.
-Hola, también te extrañe- refunfuño - ¿Qué pasa cariño? ¿estas bien? Suenas desanimada.-
-No no- aun no quería que supieran de él -me levante algo cansada-
-Tienes que desayunar bien cariño- me reprocho -mi gemela dice si nos veremos mas tarde-
-Si si, estaré en el restaurante-
-Okay cariño, te vemos mas tarde-
-Adiós-
Sali de mi cuarto hacia la cocina donde ya me esperaba Jay, nos saludamos e inmediatamente partimos hacia el estudio jurídico. De camino al trabajo, me mantuve en silencio viendo por la ventana, como la ciudad se despertaba y la gente salía a la calle.
-Señora, ¿esta bien?- escuche la voz de Jay, quien me trajo de nuevo a la realidad.
-Si si- me gire viéndolo.-yo...- a mi mente vino la cara de Sebastian, otra vez. -Jay ¿crees que... crees que volveré a estar con alguien?-
Mi pregunta pareció asombrarlo pero no tanto, curvo su boca sonriéndome dulcemente - Claro, usted es maravillosa, y...- se quedo unos segundos pensando -tal vez, va a venir alguien que la merece y que aun la quiere-
-Gracias-
Llevaba un par de horas allí cuando mi secretaria entro a mi oficina.
-Una pareja quiere verla-
-¿Tienen cita?-
Negó -dicen que quieren hablar sobre tutoría de menores.-
-Diles que pasen ¿tengo tiempo hasta que llegue el otro cliente?- le pregunte.
-Claro, cerca de una hora. Es la que habitualmente usa para su almuerzo.-
-No te preocupes, comeré algo después-
Ella asintió y se marcho en busca de la pareja. A los minutos volvió con una mujer muy hermosa que cargaba en sus brazos a un bebe y un hombre rubio bastante apuesto. Ambos me resultaron extrañamente conocidos pero no podía descifrar de donde. Me levante y rodee el escritorio colocándome frente a ambos.
