LIBRO #1 de la Bilogia "SECRETOS ASESINOS"
-Eres mi esposa- él me sostuvo de la muñeca mientras caminaba hacia la puerta. -Nosotros debemos seguir juntos, lo prometiste.-
-¿Desde cuando?- me quede inmóvil -¿Desde cuando soy importante para ti? Cu...
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Sebastian...
Los días habían pasado sin mayor problema, conseguimos cambiar a nuestro hijo de colegio y allí se adapto de buena manera. Esa semana seria su cumpleaños y Kate se estaba preparando muy meticulosamente. Aunque no lo demostrara, veía todo el entusiasmo y las ganas de que todo saliera perfecto para Dani ya que era la primera vez que la pasaba sin sus padres biológicos.
Me levante temprano en la mañana, como de costumbre y antes de irme a trabajar, bese a mi lida chica y a mi niño, quienes aun estaban dormidos. Ella se despertó a medias y me sonrió, murmurando -ten un buen día-
Ella no sabia que simplemente verla en la mañana, hacia que todos mis días fueran buenos. Ya en el trabajo, me encontraba en mi despacho, tratando algunos temas sobre una pelea territorial cuando por la puerta ingreso Will muy alterado, seguido de mi secretaria, quien venia tironeando su ropa, diciéndole que no podía estar ahí. Que debía pedir una cita con antelación.
Analice al rubio, notando que traía un sobre bastante grueso y una caja.
Moví la mano, diciéndole a la mujer que todo estaba bien y ella se marcho, cerrando la puerta de mi oficina a su salida.
-Creo que fui bastante concreto cuando dije que debías llamarme antes de venir-
-Era importante- sus ojos fueron a la fotografía mía con mi esposa e hijo que tenia en la mesa, -ella, ¿Cómo esta?-
-A lo que vienes- lo corté.
Dejo las cosas sobre el cristal y se sentó frente a mi -esto llego a mi casa- señalo el sobre -y esto, a tu lobby- puso la mano sobre la caja.
-¿Y es?- le reste importancia.
-Cartas, cartas que jodidamente iban dirigidas a ti y a mi. Todas y cada una de ellas, cuentan a detalle como fue que matamos a Cameron.-
-No lo matamos- lo corregí -se cayó-
Soltó una risa sarcástica -puedes mentirle a todo el puto mundo, Egorov. Pero tú y yo, sabemos muy bien que si lo matamos. Que nos quedamos allí viendo como nos suplicaba y no hicimos nada-
Me levante abruptamente y lo tome del borde de la camisa -escúchame una cosa, maldito idiota. Cierra el pico como lo cerraste hace años y no digas nada, el caso se cerró y ni siquiera estuvimos implicados como sospechosos de algo. Fue un accidente-
-Kate lo sabrá- parecía perdido en sus pensamientos, como si estuviera ido -ella lo va a saber y me odiara mas, no puede. Yo no puedo vivir si ella me odia-
-Basta- lo moví, queriendo que regresara a la realidad -vuelve en ti idiota-
Pareció regresar, dado que se zafo de mi agarre y acomodo su ropa. -Lee todo lo que hay dentro y mira las fotos, luego quema todo.- se acerco a la puerta de salida, pero antes de irse, volteo de nuevo y me vio -¿crees en los fantasmas?-
